En el Alesves, como en ningún sitio

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Hace aproximadamente 20 meses, Borja Arrondo (Villafranca, 1986) vivía su madurez como jugador de fútbol. Asentado en la Peña Sport, con experiencia labrada en Segunda B, el centrocampista disfrutaba del fútbol como nunca. Unos dolores en el pecho comenzaron entonces a convertirse en más fastidiosos de lo normal, hasta que, en Urgencias, le comunicaron que había sufrido una tromboembolia pulmonar y que debía cortar de raíz.

Ahora, en octubre de 2015, Arrondo ha vuelto a calzarse las botas. Lo hace todos los fines de semana, aunque la camiseta que se pone es la del Alesves. Ha cambiado los campos de Segunda B por los de Regional Preferente y la Peña Sport por el equipo de su pueblo. “La vuelta a casa ha sido muy bonita. No podía estar en mejor sitio para volver a jugar a fútbol. Rodeado de amigos, de conocidos, de familiares... Tiene un componente muy emotivo y especial”, asegura desde el otro lado del teléfono. No esconde que ha sufrido durante todo este tiempo. “Me encuentro mejor, pero lo he pasado mal”, señala.

"No podía estar en mejor lugar para volver a jugar a fútbol. Todos me animaron y me convencieron para que probara"

Borja Arrondo

Centrocampista del Alesves

Los seis meses que los médicos le recomendaron parar se han acabaron convirtiendo en mucho más tiempo, aunque, empujado por la familia del Alesves, acabó convenciéndose de que no resultaba descabellado volver a saltar al césped. “Todos me animaron. La directiva, el presidente, el entrenador (Jorge Sola)... Me fueron convenciendo de que era posible intentarlo. Y aquí estoy, entrenando y jugando de nuevo”, afirma.

Las mismas ganas

La exigencia física de su nueva etapa futbolística es menor, algo obligado porque, aunque los médicos no han puesto freno a su vuelta, sí le han recomendado que lo haga con calma. “No es lo mismo que la Segunda B, donde estamos hablando de un nivel casi profesional. En el Alesves me exijo lo mismo y voy con la misma mentalidad competitiva de siempre, pero tengo vía libre para ir con tranquilidad o echar el freno cuando tenga que hacerlo”, explica.

De momento, las sensaciones son buenas, en concordancia con las del equipo. “No me atrevo a aventurar nada, pero hemos empezado de forma espectacular. Hacía mucho que no ganaba cuatro partidos seguidos”, bromea Arrondo, quien ve en el Alesves un “equipo bien equilibrado entre juventud y veteranía”.