Tudela

El Tudelano se queda con ganas de más

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Aunque quizás el Ciudad de Tudela no presentaba la entrada esperada, la visita del Real Madrid Castilla justificó el dinero pagado por los aficionados para ver en directo al filial madridista. El Tudelano ha logrado sacar un valioso punto ante los merengues, en un choque que comenzó con un punto claro de atención, como lo fue la presencia de Zinedine Zidane en el banquillo visitante, y terminó con un linier improvisado que debió dejar de ver el partido en la grada y sustituir al lesionado.

La expectación por fotografiarse con Zidane o tener un autógrafo con la firma del ex jugador galo, ahora técnico del Castilla, se tornó en la mayoría de los casos en decepción. Apenas chocó la mano de algunos jóvenes aficionados, saludó por las justas y se fotografió con muy pocos hinchas sólo al final del partido. Por un momento, antes del pitido inicial, todo el mundo que se congregaba en el Ciudad de Tudela (público, jugadores, técnicos y periodistas) parecía embelesado por la presencia del ex futbolista francés. Y así empezó el partido el Tudelano, muy atenazado y dando la sensación de que el rival que tenía enfrente estaba un par de escalones por encima.

Con facilidad creaban juego los madridistas y con apenas esfuerzo llegó el tempranero gol de Álvaro, quien culminó una buena jugada con centro de Medrán a la olla. Los jugadores locales se arrastraron enmudecidos a sacar de centro, contagiados por el silencio de la grada, que se quedó fría tras semejante mazazo. No obstante, el cuadro de Mandiola reaccionó de forma instantánea, arengado por un público que comenzó a enchufarse y meterse en el partido.

Los acercamientos de Álex al área blanca empezaban a descolocar a los zagueros visitantes y entre Lucho, Bravo y Julen Goñi se cocinaban jugadas interesantes. Precisamente éste último gozó de un cabezazo a bocajarro que despejó Yáñez por los pelos y con las rodillas y, unos minutos después, el propio Goñi provocó el penalti que supondría el 1-1. Jonathan se encargó de transformarlo y de espolear aún más a sus compañeros, que gozaron de varias ocasiones claras antes del final de la primera parte. El Castilla no se amilanaba y también avisó a Pagola en dos acercamientos muy comprometidos que el arquero local supo desechar con reflejos.

La segunda parte trajo la incorporación de David Martín, en sustitución de Julen Goñi, a quien se le había salido la clavícula en un choque fortuito al final de la primera mitad. El cedido por el Numancia ofreció su habitual repertorio de regates e internadas y gracias a su entendimiento con los demás atacantes se fraguaron los mejores minutos de los blanquillos en el partido. Pero hubo un impasse que serviría todavía más como punto de inflexión.

Mediado el segundo periodo, el juez de línea García Hernández sufrió una fortuita lesión. Una inoportuna torcedura de tobillo hacía saltar las alarmas, pues la normativa no exige la presencia de un cuarto árbitro en 2ª B. Así las cosas, y entre momentos de sorpresa e incertidumbre, la megafonía lanzó un SOS, pidiendo la colaboración de un espectador que, cual médico en una emergencia, tuviese la condición de colegiado. Y apareció. Eusebio Saez, tudelano y habitual de los campos de Tercera y categorías regionales en el colegio navarro, pasó de estar sentado en la zona general y meterse en el vestuario de los colegiados para ponerse el uniforme y hacer de linier lo que restaba de partido.

Asistente lesionado

El parón le vino bien al conjunto local, lanzado ya al ataque, igual que la liebre que invadió brevemente el campo, en un partido que se rompía a pedazos a cada minuto que pasaba. Algo se olía en las inmediaciones del área merengue, aunque el destino quiso que la ruleta rusa se le pusiera a favor al Castilla, tras un inoportuno penalti cometido por la zaga blanquilla. Apenas restaban 10 minutos para el final. Medrán tomó la responsabilidad, pero Pagola encendió a la hinchada del Ciudad de Tudela con una espléndida parada. Y, a partir de ahí, la oleada local.

Delgado y David Martín se encontraron una autopista por la derecha en la recta final y lanzaron centros con mucho peligro. De la izquierda llegó un buen servicio de Víctor Bravo que Álex, saltando con el alma, cabeceó demasiado centrado, permitiendo la estirada salvadora de Yáñez. Dos minutos después, el recién entrado Lumbreras también tuvo el 2-1 con un fantástico empalme de zurda, que despejaron a córner entre el portero y dos defensas ya destartalados en la hierba. El pitido final dejó patente que los locales se quedaron con ganas de más tras crecerse ante la adversidad inicial.

Ficha técnica

TUDELANO: Pagola; Delgado, Jonathan, Mario, Morgado; Reche, Azpilicueta; Julen Goñi (David Martín, m.46), Víctor Bravo, Lucho (Nandi, m.71); y Álex Sánchez (Lumbreras, m.87).

RM CASTILLA: Yáñez; Varela, Derik, Jaime, Noblejas; Torró, Javi (Narváez, m.87); Álvaro, Medrán, Burgui (Llorente, m.87); y De Tomás.

ÁRBITRO: Sánchez Aparicio (Comité Catalán), asistido por Gracia Hernández y Pazo Mora. Amonestó por el Tudelano a Lucho y Morgado. Por el Castilla, a Jaime, Javi, De Tomás, Varela y Medrán.

GOLES: 0-1, m.22: Álvaro. 1-1, m.36: Jonathan, de penalti.

INCIDENCIAS: Unos 1.000 espectadores en el Ciudad de Tudela. El asistente García Hernández debió ser sutituido por Eusebio Saez, colegiado que se encontraba presenciando el partido, tras lesionarse.