Atletismo Como en esas preciosas e idílicas historias del subconsciente de las que uno no quiere escapar cuando duerme profundamente, a Estela Navascués no hay quien la baje de la nube. Su esfuerzo y sudor le ha costado. Después de completar una sobresaliente Maratón de Sevilla el domingo 21 de febrero, cuando se proclamó subcampeona de España de la disciplina y -lo que suena aún mejor- certificó su clasificación para competir con España en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a la ateta tudelana le llegan ahora unos días de desconexión. El homenaje que le brindó el Ayuntamiento de Tudela este viernes 26 de febrero fue un auténtico ‘chute’ de moral y reconstituyente.
"Espero que estéis detrás de la televisión para mandarme todo vuestro calor"
Estela Navascués
Atleta Tudelana
A la corredora formada en el Club Ruizca Metales-Ribera Atlético la acompañaron en la recepción oficial del consistorio sus familiares más cercanos, entre ellos sus padres, Marisol Parra y Javier Navascués, y su marido, Nacho Olmo. Pero Estela también tuvo un hueco a su lado en los bancos del Salón de Plenos para una de las personas que más ha contribuido a que haya logrado el mayor hito de toda su carrera deportiva. Abel Antón, doble campeón del Mundo de Maratón (1997 y 1999) y actual entrenador de la corredora ribera, estuvo presente en el caluroso homenaje a su pupila.
Agradecimiento
El alcalde, Eneko Larrarte, hizo entrega de una placa conmemorativa a Estela Navascués, después de recordar sus inicios en el deporte del baloncesto. La atleta tenía preparado un pequeño discurso de agradecimiento escrito en un papel. “Prefería escribirlo porque sabía que si no me iba a poner bastante nerviosa”, dijo. Así es la Estela natural, sencilla, acostumbrada a fajarse en el esfuerzo de los límites de su cuerpo, pero quizás no tan habituada a tomar la palabra en un ambiente tan formal y oficial.
Visiblemente emocionada, en ocasiones leyendo palabras de forma entrecortada, pero también con la sinceridad de quien vive de corazón un reconocimiento tan especial de la gente de su ciudad, Navascués agradeció al alcalde, al concejal de Deportes Iñaki Magallón y al resto de corporativos. Y, por supuesto, a toda Tudela. La misma ciudad que la vio nacer y vibró con su logro durante los instantes clave de la maratón sevillana. “Para mí ha sido un fin de semana inolvidable”, leyó, recordando la foto de la llegada. “Demuestra que una imagen vale más que mil palabras. En ella se resumen esfuerzo, sacrificio, renuncia, ímpetu, motivación, ilusión, responsabilidad, sacrificio, experiencia, constancia y superación que supone enfrentarse a un maratón después de tantos años de sacrificio”, añadió.
Ahora, comienza la cuenta atrás para su gran cita después de la de tierras hispalenses. En Brasil, en agosto, y con el uniforme de la selección española en la prueba más genuinamente olímpica de todo el repertorio.
