Diez centímetros de longitud tenían los clavos que unos desconocidos esparcieron, e incluso clavaron con la punta hacia arriba, por el césped del campo de fútbol del Elola el pasado domingo día 8 por la mañana, día que el Tudelano se enfrentaba al Valle de Egüés. Además también había pintadas en los postes de una portería y en parte de las gradas. Los propios jugadores de Tudela fueron los que batieron el campo en busca de clavos y finalmente pudo disputarse el partido sin ningún problema.
El presidente del club, Fernando Yangüas, interpuso la pertinente denuncia para dar constancia a la policía pero comentaba, “espero que sólo sea cuestión de cuatro gamberros y que esto no vuelva a suceder, cuanto menos bombo le demos, menos protagonistas se sentirán”.
