Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, denunciaron los primeros días de febrero a un ciudadano en la comarca del Campo de Borja por cazar zorzales utilizando grabaciones de cantos para atraer a las aves. Los agentes decomisaron al presunto furtivo la escopeta utilizada y los siete zorzales o “tordas” que había matado.
Este es un procedimiento prohibido en la Ley de Caza de Aragón. Entre el tercer domingo de enero y el primer domingo de febrero, el Plan General de Caza de Aragón, permite disparar a los zorzales únicamente desde puesto fijo, estando prohibido transitar fuera de éste con el arma desenfundada. También deben recogerse todos los cartuchos vacíos utilizados durante la jornada cinegética en el puesto.
La caza de zorzales en puesto fijo, es una práctica muy extendida en el valle del río Huecha en las inmediaciones del Moncayo. La abundancia de olivares donde se alimentan, se complementa con choperas y matorrales donde se refugian al anochecer. Es precisamente durante este movimiento de los pájaros, cuando los cazadores los esperan en lugares de paso frecuente.
La atracción con grabaciones y reclamos eléctricos, como aparatos reproductores y teléfonos móviles, se considera que es un engaño artificial para las aves y que va en perjuicio de un aprovechamiento cinegético sostenible.
Asimismo, conviene recordar que la recogida de los cartuchos vacíos utilizados en las esperas es obligatoria, con la intención de evitar convertir los puestos de caza en basureros por la acumulación año tras año de centenares de vainas.
