El deporte rey
El Gobierno de Navarra, a través de su Departamento de Bienestar Social, Deporte y Juventud, aprobó el pasado tres de julio un Decreto Foral por el que se concedieron un total de veinticinco Medallas de Plata al Mérito Deportivo de la Comunidad foral. Y entre los galardonados se encontraban dos riberos: Chus Rodríguez Rosano, por su dedicación al fútbol durante más de veinticinco años en la Fundación Osasuna, la Escuela Ribera de Fútbol, la Agrupación Deportiva Cabanillas y la Federación Navarra de Fútbol; y Alfredo Lezcano Sánchez, por su dedicación al ciclismo en el Club Ciclista Tudelano y en el Club Ciclista Muskaria.
Sobre dos ruedas
“Este tipo de premios los recibes siempre con mucha satisfacción, porque, aunque no trabajas por los reconocimientos, siempre es bonito que piensen en ti”, señalaba Rodríguez después de conocer la noticia. Y es que la vida de este cabanillero siempre ha estado ligada al mundo del balón. Tuvo su primera ficha federada en el año 1.966, como jugador del Club Deportivo Pamplona en categoría juvenil. Durante sus estudios de Derecho, dedicó su tiempo libre a los entrenamientos de los diferentes equipos de la Ribera en los que jugó, como el Muskaria, el Cabanillas, o el Alfaro, donde coincidió con el actual presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz. “Era un buen delantero”, afirmaba. Y, además, realizaba las labores de Secretario en el equipo de su localidad natal. A partir del año 1.978, comenzó a trabajar con el fútbol base, con el primer equipo juvenil que se formó en Cabanillas. En el 86 se organizó por primera vez el Torneo alevín, patrocinado por la Fundación Osasuna. Cinco años después se puso en marcha la Escuela de Fútbol de Cabanillas, que más tarde pasaría a ser la Escuela Ribera de Fútbol, y el Torneo de Navidad Cadete. Además ayuda a que la Fundación Osasuna comience a trabajar en la Ribera, y desde el 2.000 y hasta la fecha realiza labores como delegado en esta zona de la Federación Navarra de Fútbol.
La relación de Lezcano con el ciclismo comenzó, como corredor, en el año 79 en el Club Ciclista Tudelano. “Aunque todavía sigo andando -señalaba el galardonado-. Y estoy muy contento. Ya me lo propusieron hace tres años, pero creí que todavía no había hecho lo suficiente por este deporte. Por eso se lo quiero agradecer a los que han pensado en mí”. En 1.981, junto a Julio Luzán y Juan Gorgojo, fundó la Escuela de Ciclismo. Cuando se disolvió el Tudelano se unió al Club Ciclista Muskaria, desde donde apoyó la creación de la Escuela Municipal de Ciclismo. “Además he estado ayudando en todas las pruebas que se han organizado. Espero jubilarme dentro de poco y meterme más de lleno en esto”, indicaba.
