Buñuel

¡Al agua patos!, desde los primeros meses

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Familiarizarse con el medio acuático. Ese es el objetivo fundamental de los cursos para bebés que pusieron en marcha desde las piscinas cubiertas de Tudela el pasado 15 de enero, a los que acuden un total de 21 niños. “Son tan pequeñines -tienen meses prácticamente- que no se les inculca una educación deportiva”, explica Íñigo Martínez, uno de los monitores que tiene 10 niños a su cargo, quien añade que es una práctica “100% recomendable”. “A ellos les favorece en todo y al no tener desarrollada la musculatura se puede trabajar con ellos en las tres dimensiones, además se nota mucho la diferencia cuando ya se les inicia en la natación”.

“Y que no se engañe nadie, porque no es un curso para aprender a nadar, ni para que el niño tenga autonomía, o esté panza arriba o se sumerja bajo el agua como se ve muchas veces en la televisión, eso nosotros lo consideramos un error, a no ser que al niño le salga de forma natural”, admite Martínez. Lo fundamental es que el niño vea el solo hecho de ir a la piscina como algo divertido y se lo pase bien. Para ello, y para que coja confianza en el medio acuático, es recomendable que sea siempre la misma persona la que acompañe a los pequeños. “No suele haber ningún problema, porque con tanto colorido y tanto juguete, como tampoco ven peligro y están con papá o mamá disfrutando, se lo pasan genial”, afirma el monitor.