Un total de 653 pernoctas ha registrado el albergue de Tudela desde que reabriera sus puertas, el pasado 13 de marzo, tras las obras de mejora y ampliación a las que ha sido sometido. Una intervención que dio comienzo el pasado mes de enero y con la que, por un lado, se han mejorado las instalaciones que ya existían; y, por otro, se ha acondicionado una parte del antiguo matadero -lugar donde está ubicado- para dotar a la instalación de 26 nuevas plazas.
Así, la primera de las intervenciones ha consistido en mejorar el sistema eléctrico y la techumbre del edificio, que era de cañizo. Mientras que la segunda, en cuyo proyecto participaron dos jóvenes arquitectos de Tudela, Jorge Torrents y Fernando Nebreda, contemplaba la creación de una sala con literas para 18 personas, dos habitaciones de cuatro plazas cada una, así como baños y duchas, una zona común de estar y comedor. El presupuesto de las obras asciende a 156.677 euros, mientras que el equipamiento ha supuesto una inversión de 13.523 euros. “La obra está ya acabada, a falta de unos pequeños detalles, pero todavía no se ha abierto la parte nueva porque no cuenta con licencia de actividad municipal”, explicó Merche Pérez Lizar. Por ello, hasta el momento los alberguistas tan sólo pueden hacer uso de las 24 plazas, distribuidas en 6 habitaciones con dos literas cada una, con que ya contaba el edificio.
De las pernoctaciones contabilizadas hasta el 30 de junio, destacan por su elevado número las realizadas entre los meses de abril y mayo. “Ha sido cuándo más demanda ha habido por la Semana Santa, el puente de mayo y las jornadas de la Verdura”, comentó Pérez Lizar. Por su parte, destacó los meses de enero, febrero y junio como los de menor ocupación.
El albergue está abierto todo el año y para pernoctar es necesario contar con carnet de alberguista (se saca en Lestonnac o en el propio albergue). Las tarifas varían en función de la edad y de la temporada.
