1. Sólo con gran fuerza de voluntad se puede dejar de fumar. Lo importante no es la fuerza de voluntad sino tomar la decisión, tener claro el objetivo y poner en marcha las estrategias para conseguirlo.
2. Se pasa tan mal cuando se deja que es peor el remedio que la enfermedad. A veces no es fácil dejarlo pero son tantos los beneficios que merece la pena el esfuerzo. Además, hoy en día existen métodos eficaces que facilitan el bandono.
3. Hay muchas cosas peores que el tabaco. El tabaco es la primera causa de muerte evitable en los países desarrollados. Aproximadamente uno de cada dos fumadores fallece por enfermedades relacionadas con el tabaco.
4. Fumar poco en una mujer embarazada no daña el feto. Siempre que se fuma se producen alteraciones en el feto ya que los componentes del tabaco atraviesan la barrera placentaria.
5. No noto que me haga tanto daño como dicen. Aunque durante un tiempo el fumador no note los efectos negativos del tabaco, fumar un sólo cigarrillo produce un aumento de la tensión arterial y una elevación de la frecuencia cardiaca de 10 a 15 latidos por minuto.
6. El humo del tabaco sólo afecta a los ojos y a la garganta del fumador pasivo. El fumador pasivo tiene mayor riesgo de padecer todas las enfermedades producidas por el tabaco, agravándose esta situación en el caso de los niños.
7. La polución ambiental es mucho más contaminante que el humo del cigarrillo. El tabaco es causante del 30% de todos los cánceres diagnosticados frente a un 2% producido por la contaminación ambiental.
8. El tabaco no es una droga. Una droga se define como una sustancia que provoca adicción física, psicológica y tolerancia, y cuya retirada provoca síndrome de abstinencia. El tabaco cumple todos esos requisitos.
