El Cipotegato brilló entre la multitud

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Sabía que iba a hacer historia y no defraudó. El primer Cipotegato declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, encarnado por el joven turiasonense Carmelo Almarza, no sólo logró cumplir su cometido bajo una intensa lluvia de tomates -se arrojaron 15.000 kilos-, sino que fue capaz de congregar a más de 7.000 personas en la plaza del Ayuntamiento. Un acto con el que Tarazona dio comienzo a sus fiestas de San Atilano y de las que vecinos y foráneos pudieron disfrutar hasta el martes uno de septiembre. Ese día, la quema del tradicional sapo puso el punto y final a los festejos.