Micología

Navidades micológicas

Amanita muscaria
photo_camera Amanita muscaria

El antropólogo y etnomicólogo John Rush, describe como los chamanes y druidas precristianos del norte de Europa,  utilizaban de forma ritual un hongo psicotrópico llamado Amanita muscaria. Para ello recogían las setas y desecaban su piel metiéndola en una pequeña bolsa o calcetín colgándolo en las ramas de un abeto. Posteriormente, en el solsticio de invierno, para celebrar la muerte del sol y el comienzo del nuevo ciclo, el chamán, imitando los colores del hongo se cubría bajo telas rojas con lunares blancos y regalaba al resto de la comunidad una pequeña porción de seta dejándola en la puerta de cada casa bajo un árbol. Posteriormente y bajo los efectos del hongo celebraban un ritual comunitario de comunicación con las deidades, consumiendo el chamán orina de reno cargada esta con  grandes dosis de la sustancia psicotrópica al ser también los renos grandes consumidores de Amanita muscaria. Según John Rush, con la entrada del cristianismo la iglesia adoptó los viejos ritos del norte de Europa, sustituyendo al chamán por la figura de San Nicolás, un obispo de largas barbas blancas que vivió en la Anatolia y que continuó celebrando las saturnales romanas en el solsticio de invierno con grandes banquetes e intercambio de regalos. 

Y según Rush, todos estos elementos unidos, son los que dan forma a la figura del Santa Claus o Papá Noel actual. Y explican por qué metemos un pino en nuestras casas en Navidad; o por qué colgamos calcetines con regalos en las ramas de este o los dejamos en su base. También por qué al barbudo Nicolás siempre se le representa vestido de rojo y blanco, riendo y volando en un trineo tirado por ocho renos, como si estuviera atrapado bajo los efectos de alguna seta psicotrópica. ¡Feliz solsticio!