Los niños que ya escribieron
sus cartas con sello urgente
a los Misteriosos Magos,
miden el tiempo impacientes,
temiendo que se demore
la venida de los Reyes.
Qué bonito es este día
en el que los niños sienten
una desbordante dicha,
las notas de un canto alegre,
que en sus corazones dejan
una dulzura indeleble,
dulzura que en el recuerdo
es algo que ya no muere,
pues no es fácil olvidar
el feliz día de Reyes.
Aunque ya no escribí carta;
se halla en mis versos presente
el palpitante deseo
de que nos traigan los Reyes
esa Paz que el NIÑO DIOS
quire que en el Mundo reine...
y el amor que a las personas
nos una fraternalmente...