Hay vidas buenas, dedicadas al estudio;
hay otras vidas que solo tienen amor:
hay vidas malas a las que yo repudio
y hay vidas merecedoras de loor.
Hay vidas que son suaves, placenteras,
que transcurren en un clima armonioso.
Hay otras que son más aventureras
y su transcurso es mucho más azaroso.
Hay muchas vidas que han sido destinadas
a bien ajeno, a su salud, en sacrificio.
Otras indignadas, crueles, malhadadas,
que hacen del mal su propio beneficio.
Vidas de ricos, con todos sus caprichos;
vidas de pobres, con su penalidades;
vidas de viejos, oliendo ya a nichos;
vidas perversas, tan llenas de maldades.