Tudela

Una mujer será de nuevo Cipotegato después de dieciocho años

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Una mujer será de nuevo Cipotegato dieciocho años después, en las Fiestas en Honor a San Atilano que se celebrarán en Tarazona a partir del 27 de agosto.

Esta chica, cuyo rostro no se conocerá hasta este sábado, recogerá el testigo de Loreto Velilla, quien en 1993 fue pionera en enfundarse el traje arlequinado para recorrer las calles del municipio turiasonenses.

Esta turiasonense dedicará su recorrido a su padre, quien durante veinte años se vistió de Cipotegato cuando nadie se ofrecía para encarnar al tradicional personaje y por cuya labor recibía un par de zapatillas y un abono para los toros.

También será novedad el recorrido de este año, el cual se encaminará hacia la derecha en vez de a la izquierda, como lo han venido haciendo los anteriores Cipotegatos.

La Cipotegato bajará por el Barrio de la Judería, pasando por la calle Marrodán, para posteriormente recorrer el tramo que va del paseo hasta el circuito para volver a la Plaza del Ayuntamiento por la calle Visconti.

Otra novedad de este año será la "megafoto" que se realizará desde el balcón del Ayuntamiento, un sistema pionero que dispara durante un cuarto de hora cientos de fotos que se ensamblarán posteriormente para ofrecer una panorámica de la plaza.

Este sistema que ofrece "gran" nitidez, ya ha sido probado en las fiestas de San Lorenzo en Huesca o en las de Calatayud en las que cada asistente a los pregones de dichas fiestas puede buscarse etiquetarse en sus redes sociales.

Más de doscientas actividades se repartirán a lo largo de los seis días que duran las fiestas con numerosos actos taurinos, así como actividades para los más pequeños.

La tradición del Cipotegato se remonta 300 años atrás cuando una vez al año, durante las fiestas, se daba la oportunidad a un preso de ser libre.

Se le daba un palo con una cadena que acababa en una bola, (tal como el que lleva el Cipotegato actualmente), y se le decía que si era capaz de salir del pueblo sería libre. Entonces se le soltaba en medio de la plaza del ayuntamiento, mientras que todo el pueblo le lanzaba piedras.