Tudela

Una comisión negociará con la CHE los daños de la riada

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La Ribera comienza a recobrar su aspecto normal, tras la última avenida de agua de los ríos Ebro y Aragón que anegó buena parte de las carreteras de la Comarca y las superficies agrícolas de numerosos términos. Ayer martes día 10 se abrió al tráfico la carretera N-113, de Pamplona a Madrid, a la altura de Castejón, si bien el terreno ha quedado tan afectado que se ha limitado la velocidad a 40 km/h y se ha dispuesto un retén de vigilancia para que el agua no vuelva a invadir la calzada. Aunque todavía es pronto para evaluar los daños porque muchos de los campos anegados todavía están cubiertos de lodo, sí se calcula que unas 7.000 hectáreas se han visto seriamente afectadas, en cultivos como el espárrago o algunos frutales.

300 hectáreas dañadas en Alfaro

Los alcaldes de las localidades más afectadas, entre las que se encuentran Villafranca, Buñuel o Milagro se reunirán hoy miércoles en esta última localidad con el fin de valorar los daños y definir la estrategia a seguir de cara al futuro. Así, la reunión ha sido promovida por el alcalde de Milagro, Esteban Garijo, y servirá para analizar las propuestas de soluciones que está previsto presentar a la CHE y entre las que se encuentran la limpieza urgente del caude del río Ebro o la colocación de diques como el que fue improvisado en Buñuel ante el riesgo de avenida y que ha evitado males mayores.

En algunas municipios como Cadreita, las superficies agrícolas afectadas pertenecen al término municipal de Alfaro, una localidad en que se han visto afectadas un total de 300 hectáreas de cultivo. Los agricultores alfareños observaron de cerca la pasada semana la evolución de la crecida del río Ebro. Aunque el mazón del término de El Estajao resistió la embestida de la avenida durante más de una semana también por las filtraciones subterráneas. Así, zonas de frutales, en plena floración, y de cultivo de alcachofa y brócoli se vieron afectadas. Las autoridades conocieron la zona y se comprometieron a dar ayudas, una vez que las aguas bajen.