De pura cepa
El próximo 24 de julio, en pleno bullicio festivo, la religiosa Mª Jesús Navarro Sanz será homenajeada por El Brindis, tras recibir el nombramiento de “Tudelana Ausente 2007”, un galardón que esta peña lleva concediendo 18 años a personas nacidas en la capital ribera, que por la circunstancia que sea residen actualmente fuera de la misma. Como es el caso de Mª Jesús Navarro, de la Congregación “Las Hijas de Jesús” que, desde hace 15 años, reside en Bolivia donde realiza una misión evangelizadora formando y educando a jóvenes sin recursos. Aprovechando el regreso a Tudela de la religiosa, que visita a su familia de tres en tres años sin que necesariamente coincida con Santa Ana, la directiva de El Brindis consideró oportuno tributarle su tradicional homenaje, “por representar a la perfección el perfil de tudelana ausente y por su importante labor social”, según dijo el presidente de la peña, Antonio Márquez.
Tudelana y navarra de pura cepa se siente Mª Jesús Navarro. Más no “Tudelana Ausente”, un calificativo al que se resiste, no porque no le haga ilusión recibir el nombramiento. Le emociona y mucho. Sino porque, tal y como asegura, “nunca me he sentido tudelana ausente, siempre estoy presente con el recuerdo. Sin ser un vivir de añoranza porque soy muy feliz en Bolivia”, comenta. Nacida en la calle Cofrete hace 65 años, en el seno de una sencilla familia de 6 hermanos, Mª Jesús Navarro tomó los hábitos a la edad de 23. Hasta esa fecha, “viví en Tudela como cualquier joven tudelana”, explica.
Sus etapas de formación en el Noviciado de las “Hijas de Jesús” transcurrieron entre Tolosa, San Sebastián y Granada, donde se fue preparando para una vida de servicio a los demás. “Nuestra misión es la evangelización a través de la educación. No es tarea fácil y lo sentimos como un reto, pero ahí estamos, dispuestas a seguir acompañando a nuestros niños y jóvenes a ser personas”. Se refiere especialmente a su misión en Bolivia, país lleno de retos al que llegó en 1992. Tras recorrer varias comunidades, la “Tudelana Ausente 2007” se encuentra en Cochabamba desde 2006 formando a las jóvenes de su Congregación. La religiosa no encuentra palabras para hablar de su labor. “Lo que se experimenta en esta misión educativa no es fácil de expresar. Llega más allá de una misma”, dice.
A buen seguro, tampoco le será fácil expresar lo que siente cuando el próximo 24 de julio sea nombrada “Tudelana Ausente”. “Nunca he presenciado este acto porque desde que estoy en Bolivia es la primera vez que vengo a ver a mi familia en fiestas”, explica la misionera, quien conserva todavía en su memoria las fiestas de Santa Ana como se vivían siendo ella joven. Esos mismos recuerdos volverán con ella a Bolivia junto a los que evoquen lo que vivirá estos días. “Mi familia, Santa Ana, la Novena y lo popular están siempre en mi recuerdo”, concluye.
