Tudela

Un menú sin agobios y con ahorro es posible

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La época navideña aparece como un tren a toda velocidad. Compras, regalos, detalles, más compras, comidas fuera de casa, lotería, menús de Navidad... Casi sin darnos cuenta, los días de disfrute familiar se convierten en jornadas de estrés y de un impulso consumista increíble. La comida, protagonista de estas fechas, se lleva buena parte del presupuesto. Pero no hay que dedicar demasiado esfuerzo para abaratar un poco el coste de cenas y comidas sin reducir la calidad del menú.

Planificar con tiempo

Muchos lo hacen ya durante el puente de la Constitución, aunque todavía se está a tiempo. No cuesta nada preparar una lista (igual que hacen los restaurantes) con los platos de cada una de las noches señaladas. A partir de ahí, sobre todo si se va a cocinar pescado, existe la opción de comprar con antelación y congelar. Con ello se evitará tener que ir a comprar en el último momento y se ahorrará algo de dinero.

Los sustos y sobrecostes de última hora también se evitan encargando el género (También se garantiza la calidad de la pieza) con tiempo y tratando de no tener que acudir a una compra de emergencia en la misma mañana del día de Nochebuena o Nochevieja.

Presupuesto cerrado

Tener un presupuesto cerrado también ayudará a ahorrar al planificar los menús y, sobre todo, a no abusar del marisco o de pescados excepcionales, como el besugo o la lubina salvaje, para el plato principal. Es posible obtener resultados muy apetecibles con pescados más de todos los días. Basta elaborarlos de otra manera, acompañarlos con un par de detalles de marisco o guarniciones especiales y, sobre todo, cuidar la presentación.

Mejor de temporada

Utilizar frutas y verduras de temporada hará que se rebaje el importe de las compras. Uvas, manzanas reineta, naranjas, mandarinas y granadas son frutas que están muy bien de precio y que le dan toque de sabor y color a los platos. Verduras como el cardo, la borraja, la lombarda o la escarola le aportarán el punto saludable a cada menú.

Preelaborar

Hay que procurar adelantar platos que pueden preelaborarse, como los guisos de carnes, las salsas o los caldos, para así el mismo día de la comida y la cena no estar tan agobiados y poder disfrutar de la comida con el resto de los comensales.

Ahorro con los entrantes

Un típico menú de Navidad: entrantes elaborados en casa, un guiso para el plato principal y postres más bien frescos y digestivos. Los entrantes no tienen por qué ser una sucesión de marisco, ibéricos y demás viandas que, además de disparar el presupuesto del menú, es habitual que sean los culpables de que luego no se coma el resto de la comida o la cena. Se pueden elaborar muchos entrantes con conservas de pescado, tartaletas rellenas de ingredientes que nos gusten y sean ligeros o panecillos para untar con cremas o quesos. Alternativas baratas, saludables y que están a la altura del menú.

En cuanto a los platos principales, se pueden recuperar platos tradicionales como los guisos, la cocción en salsa fundamental en la cocina de los sentidos y de los recuerdos. Son platos que se pueden dejar elaborados con antelación, que por lo general no precisan de grandes inversiones y que permitirán disfrutar de la celebración sin grandes preocupaciones.

En cuanto al postre, el turrón y los dulces navideños pueden tener un lugar en la mesa. Eso sí, con menos cantidad de estos ‘caprichos’ y más espacio para postres digestivos o a base de fruta se ahorrará en calorías y en gastos.