Alfaro

Un buen lavado de cara

Ficha técnica

Cuando Manix Mandiola aterrizó en Tudela, su máxima principal saltaba a la vista. Cortar la racha negativa del equipo se antojaba vital de cara a poder enmendar la delicada situación en la tabla de los blanquillos. Puede que, como él mismo afirma, todavía no conozca el verdadero potencial de la plantilla, pero a lo que sí le ha dado tiempo al eibarrés es a lavar la cara a los suyos. La contundente victoria (3-0) ante el Sanse ha mostrado a un equipo más agresivo y luchador, a años luz del lánguido y desconfiado Tudelano del final de la primera vuelta.



Quizás para desagrado de los aficionados, el Tudelano ha comenzado esta nueva y decisiva etapa bajo otro precepto completamente opuesto al que marcaba Beltrán. Merced a la forma de jugar del rival, el conjunto blanquillo renunció en algunas fases del partido a descabezarse en busca de un claro dominio de la posesión. Con mucha menos presión de los puntas y los interiores en la salida del balón txuri-urdin, el Tudelano ha supo economizar esfuerzos y guardarse las fuerzas para los balones divididos y las ayudas defensivas.



Con tres centrales -Nandi como invitado en la dupla Jonathan-Lalaguna- y Delgado y Marcos Martín haciendo de carrileros más que de laterales, Mandiola buscó también apuntalar la zaga, que tanto se ha resquebrajado a lo largo de la primera fase del campeonato. Con Mandiola, los hombres de banda tendrán que currar de lo lindo. Tanto el murchantino como el madrileño dieron muestras de que su esfuerzo está garantizado.



Hasta la media hora, ninguno de los dos contendientes probó a los porteros. Hernández, referencia ofensiva de los donostiarras y desaparecido, sólo gozó de un disparo claro a la media hora. Zaparain respondió. En la otra área, surgió un incoveniente inesperado. Justo después de intentar un remate acrobático sin éxito, Jordi Martí tuvo que marcharse renqueante. En su lugar entró otro hombre que aún no se encuentra al 100%: Álex Sánchez. El zaragozano acabaría revolucionando el partido.



Su entrada al campo se hizo notar desde el mismísimo instante en el que pisó el cèsped. Se ofreció, cayó a banda y cogió la espalda a la joven defensa donostiarra. Algo se olía en el Ciudad de Tudela y el público, por momentos, pareció animarse. En las botas del maño nacería el primer gol, casi al filo del descanso, ejecutado con precisión por parte de Azpilicueta. El mediocentro hizo gala de su llegada desde segunda línea para clavar un certero disparo en las redes. Los dos minutos finales de la segunda parte resultaron un infierno para el Sanse, que pudo encajar el 2-0 en dos ocasiones de no ser por su guardameta. Primero Álex Sánchez y después Víctor Bravo no acertaron a batirle.



La grada agradeció al Tudelano su predisposición, su asombroso lavado de cara. Los blanquillos, crecidos ante un panorama que hacía meses que no se palpaba en el viejo Elola, mantuvieron la chispa tras el tiempo de descanso. Tal fue así que sólo un fuera de juego ajustado evitó que Esparza se recrease en la celebración del 2-0. El trencilla lo vio claro y anuló la jugada que, cómo no, había conducido con maestría un entregado Alex Sánchez.



Esparza pudo resarcirse siete minutos después, lanzando un penalti que Tena detuvo. Víctor Bravo, viva imagen de la dinámica guerrera que ha traído Mandiola a este equipo, se anticipó a todos en el rechace para hacer el 2-0. Éxtasis en la grada y cierta tranquilidad para un Tudelano que veía cómo el choque se ponía muy de cara.



Sin dejar de sufrir por la amenaza de la velocidad de los rápidos extremos del Sanse, los blanquillos se fajaron de lo lindo y continuaron apretando, intentando aprovechar cada acercamiento al área rival para meter el miedo en el cuerpo al adversario. Fruto de un despeje en un córner, Nandi apareció en el pico derecho del área y se sumó a la fiesta con un golazo que suponía el definitivo 3-0. Con veinte minutos por delante, el Tudelano gestionó los empujes tímidos del Sanse con soltura y anticipación en defensa y, lo más importante, no dejó de intentarlo ni bajó los brazos.

TUDELANO: Zaparain; Delgado, Nandi, Jonathan, Lalaguna, Marcos Martín; Esparza (Pérez Rubio, m.71), Azpilicueta, Óscar Reche, Víctor Bravo (Barbosa, m.77); y Jordi Martí (Álex Sánchez, m.29).


REAL SOCIEDAD B: Tena, Elustondo, Diarra (Odriozola, m.66), Ugarte, Morgado; Gaztañaga, 'Kako' Sanz (Ozcoiri, m.66); Herviás, Castro, Barcina (Kodro, m.75); y Hernández.


ÁRBITRO: Sauleda Torrent (Colegio Catalán), asistido por Casas y Barceló. Amonestó por el Tudelano a Víctor Bravo y a Delgado; por el Sanse, a Diarra y Castro.


GOLES: 1-0, m.43: Azpilicueta. 2-0, m.59: Víctor Bravo. 3-0, m.70: Nandi.


INCIDENCIAS: Unos 900 espectadores en el Ciudad de Tudela.