Tudela

Tudela y sus hermanas

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Buenas intenciones

El primer hermanamiento de Tudela con otra ciudad tuvo lugar en 1965, cuando estaba al frente del ayuntamiento tudelano el alcalde Rafael Añón. La ciudad elegida en aquella ocasión fue Mauleón-Soule, en Francia, cuyo alcalde era, en ese momento, Jean Pierre Champo.

Según los documentos que reflejan aquel hermanamiento, el acto tuvo el objeto de promover por medio de intercambios de orden cultural, económico, turístico y social, las aspiraciones de ambas poblaciones. Por eso, la proclamación dice así: “declaramos solemnemente, dentro de una mutua compresión de los unos y los otros y dentro del respeto a cada uno, conjugar nuestros esfuerzos para ayudar, con cuantos medios dispongamos, a este ideal de amistad y paz que debe abrir el camino a la unión fraternal y próspera entre los pueblos de todas las naciones”.

Un hermanamiento delicado

Pero claro, esto, se dice sobre el papel. La realidad es que este hermanamiento fue quedando en poco más que buenas intenciones. Según la concejalía de Turismo, uno de los problemas es que los alcaldes y políticos franceses dan mucha importancia al “color” del ayuntamiento con el que mantienen relaciones. Si el partido político de uno y otro pueblo son de signo parecido, la relación es más fácil. Con Mauleón se ha mantenido muy poca relación a nivel institucional, “aunque algunos concejales de Batzarre y miembros de otros colectivo sí que han continuado con una relación a lo largo del tiempo, y han acudido varias veces a fiestas y actos en la localidad francesa”.

Entre la documentación oficial que queda de aquel hermanamiento, apenas encontramos la carta de dos profesoras del colegio Argia de Mauleón, en la que exponen que sería interesante establecer correspondencia entre alumnos franceses y españoles y realizar una serie de visitas al final del año. También hay una petición, en 1973 por parte de Mauleón, en la que se solicita que una delegación de Tudela participe en sus fiestas, los días 14, 15 y 16 de julio. La idea era que participasen cuatro miembros del Ayuntamiento de Tudela, pero el viaje tuvo que suspenderse por enfermedad del alcalde.

Algo parecido ocurrió con Mont de Marsan, de la que hay recogida una promesa de hermanamiento con Tudela en 1986 que, al parecer, ni siquiera llegó a ser aprobada por la Comisión de Gobierno. El 7de septiembre de ese año, un documento redactado en la ciudad francesa expone que ambos alcaldes “toman ese día el solemne compromiso de mantener vínculos permanentes entre las corporaciones de nuestros municipios, de favorecer en todos los órdenes los intercambios entre sus habitantes, para desarrollar, por medio de una mejor comprensión mutua, el sentimiento vivo de a fraternidad europea, de conjugar nuestros esfuerzos a fin de colaborar, con todos los recursos a nuestro alcance, al éxito de ea necesaria tarea de paz y prosperidad: la unidad europea”.

Un caso distinto fue el del hermanamiento con Tiberíades, en Israel, que tuvo lugar poco antes, en 1984, y en el que entraron en juego muchos otros factores. Según el alcalde de Tudela, Luis Casado, aquello fue un gesto protocolario, con motivo de un viaje que una delegación de Tudela realizó a Israel. Se buscó una ciudad equivalente a Tudela en tamaño, dedicación... Y se buscó también conmemorar el viaje de Benjamín de Tudela que llevó a este personaje desde la ciudad ribera hasta Tiberíades.

Hermanamiento social

Con motivo del hermanamiento, en 1982 se realizó una escultura que puede verse en la Plaza San Salvador. La costeó el judío Mauricio Hatwell, empresario y mecenas, y representa las dos “tes” de Tudela y Tiberíades. Pero en ese momento, entre 1982 y 1983, tuvo lugar la invasión del Líbano por parte de Israel. Tras la guerra del Yom Kipur, Israel fijó sus intereses en expulsar a los palestinos del Líbano. Éstos, numerosos y bien armados, empezaban a dominar El Líbano. Algunas de la consecuencias fueron que El Líbano quedó casi desintegrado, sin ejército y con una economía prácticamente destrozada. En 1983,los dos países, Israel y el Líbano firman por fin un acuerdo. Israel se retira del país y El Líbano se compromete a no albergar grupos armados palestinos. El Líbano cumplió su parte (obligó a la OLP a abandonar el Líbano, que se trasladó entonce a Túnez) pero la salida de las tropas de Israel fue muy lenta (3 años) y no resultó completa: Israel ocupó una franja en la frontera del Líbano que llamó zona de seguridad. No se retiraría de esa franja hasta mucho más tarde, en el año 2000.

Todos estos acontecimientos hicieron que algunos grupos municipales, especialmente Batzarre, no quisieran hacer publicidad del Estado de Israel, muy cuestionado internacionalmente por su comportamiento, y al que consideraban un estado perseguidor. Para suavizar la situación, la que iba a ser la Semana Judía en Tudela, pasó a llamarse Semana Sefardí, con un enfoque más hacia el recuerdo del pasado histórico de la ciudad. Esto no gustó a una de las personas que, por parte de Israel, llevaba a cabo los contactos para el hermanamiento, Jacob Hasan. Hasan escribió un artículo sobre este tema en un medio de comunicación de su país y la situación terminó embrollándose más.

Finalmente, ambos municipios firmaron una proclamación de hermandad el 29 de abril de 1984, proclamación que no llegó a ser aprobada ni por el Pleno del ayuntamiento ni por la Comisión de Gobierno. En cuanto a la escultura, se dijo que era un monumento de los descendientes de los judíos tudelanos a sus mayores, y así puede leerse actualmetne en la inscripción que hay en su base. Pero realmente, fue pensado y realizado con motivo del hermanamiento.