A pesar de que tuvo un inicio pasado por agua, el II Festival de Títeres logró arrancar en Tudela la sonrisa de mayores y pequeños. Y lo hizo gracias a un divertido pasacalles protagonizado por la Compañía Fadunito y su representación de La Gran Familia, en la que dos niños y un bebé gigantes no cesaron de hacer travesuras a su paso por las calles de la ciudad. A este acto, el único que tuvo lugar en la calle, se sumaron varias representaciones en el salón de actos de Castel Ruiz así como dos talleres de títeres, principal novedad de este año. Todas ellas han reunido a un total de 400 personas.
