En una época en la que lo ‘vintage’ está de moda, ellos prefieren definir a su reencuentro como una ocasión para reavivar la llama de la buena música. Crecieron personal y profesionalmente en una época en la que las discotecas gozaban de un auge hoy remoto y desconocido. Tutú, Cocorico, Vértigo… son algunos de los nombres de aquellos ‘templos’ en los que estos cinco amigos hicieron bailar y disfrutar a varias generaciones de tudelanos y riberos. Patxi Zalduendo, 'Pepe' Vertedor, 'Tete' Cerdán, Josetxu Salvatierra y Dani Reoyo vuelven a sacar los platos a la palestra con ‘The Old School Music’.
Ese es el nombre que, de forma improvisada, surgió tras su reunión en un par de bolos en la Sala Noboo hacia septiembre y diciembre de 2016. Fue una primera toma de contacto que había surgido anteriormente tras un encuentro con Patxi Zalduendo en el Bar Lupita. “Entre todos sumamos más de un siglo en las cabinas de DJ”, señala Tete Cerdán. Tanto él como los otros cuatro experimentaron una etapa de ensueño en los años 80.
Por aquel entonces, la calle Camino San Marcial, como relata Reoyo, era un hervidero de gente los sábados por la noche. “No necesitabas quedar con amigos. Es curioso lo conectados que tenemos que estar hoy en día. Entonces, sin ni siquiera quedar, tú salías y sabías que ibas a encontrar a alguien conocido en cualquier lugar”, cuenta con tono melancólico. Reoyo fue quien más años se mantuvo en la profesión, dejando de dar sesiones de forma continuada en 2012, aunque sigue colaborando con peñas y asociaciones con algunos bolos en fiestas.
Los cambios en los gustos y las tendencias, conforme avanzaban los años 90 y, sobre todo, se inició el siglo XXI, terminaron por hacer desparecer las discotecas que antes poblaban el centro de Tudela. En ese sentido, Cocorico era el referente. “Para nosotros, aquella discoteca, con tres tipos de ambientes, con iluminación y acústica increíble… era un lujo”, señala Vertedor. De la euforia se pasó a una especie de declive que, como opina Zalduendo, “se empezó a notar con la aparición de los ‘disco-pubs’, que cambiaron los hábitos de ocio musical”.
Dani Reoyo afirma que se siente “un privilegiado” por haber vivido aquella época que ahora este colectivo revive a su manera, reivindicando el gran impacto social que consiguieron los dj. “Pasamos de ser unos simples selectores de música a ser protagonistas, a conseguir nuestros propios temas, crearnos una cultura musical y atraer al público en función de nuestro estilo”, recuerda Reoyo.
Para todos ellos, su reunión en unos tiempos en los que “sigue habiendo buena música para pinchar pero no se escucha” supone algo más que un ‘revival’ de pinchadiscos. “Somos cinco amigos que se lo han pasado muy bien, que se respetan profesional y personalmente por toda su trayectoria, y que quieren volver a enseñar lo que hacían y transmitirlo al público”, afirma Reoyo. Por de pronto, el próximo 6 de mayo estarán en la Sala Miusic, de 1:00 a 6:00 horas, con entrada gratuita. Y esperan que sea una más de muchas reuniones musicales con aroma de los años 80.
