El fin de semana, como ocurriera en el anterior, se veía negro al ver los “malos” resultados que se habían estado produciendo para los intereses de maños y navarros. Únicamente el empate entre Deportivo y Sporting hacían sonreír a los vecinos pirenaicos. Ambos llegaban crecidos tras vencer al R. Madrid en el Bernabéu (el Zaragoza) y ganar en Pamplona al Valencia. El encuentro podía dejar muy tocado al equipo derrotado y el empate, en principio, no disgustaba a nadie.
Si querían ver un partido de fútbol, se habían equivocado de partido, ya había avisado Sergio que aquello iba a ser una batalla a vida o muerte en la que lo menos importante era jugar a fútbol. La tensión y el miedo al descenso se palpaba en cada uno de los segundos que transcurrían por la Romareda. Parecía que el marcador sólo se movería gracias a un fallo de la defensa y en esto, Osasuna es un experto. Como ya ocurriera unas semanas atrás frente al Ath. Madrid, Sporting de Gijón y Ath. Bilbao, la defensa rojilla volvía a hacer aguas y en el min.14 brindaba a Lafita una ocasión imperdonable que éste no desaprovecharía para marcar el 1-0. Esta vez era Lolo quien se disfrazaba de Santa Claus. Osasuna no creaba ni peligro, ni juego y el Zaragoza, sin mucho que hacer, veía en las botas de Uche como podían lograr una mayor ventaja.
En el descanso el ambiente era festivo para los locales, mientras que para los visitantes se veía un oscuro túnel en el que no parecía haber salida. La segunda parte vino marcada por el cambio en Osasuna de Vadócz por Damiá. Osasuna renovó su fe y su estilo (aunque sin llegar a ser un Villarreal) y en una acción individual de Camuñas con una gran ayuda de la diosa Fortuna y del portero maño, conseguiría empatar un partido casi imposible en el min. 62. La suerte que siempre echaba de menos Camacho, parecía volverlos a sonreír. Y ocho minutos más tarde, un saque de falta al segundo palo Sergio remataba solo ante la mirada de un impasivo Doblas. En menos de diez minutos Osasuna había conseguido algo que nadie hubiera pronosticado después de ver los primeros 45 minutos. Entonces fue cuando los rojillos plantaron el autobús en el área de Ricardo y esperaron las acometidas mañas. El balón iba de lado a lado e incluso llegó a impactar en el palo tras un duro disparo del recién incorporado Said Boutahar en el min.77. Pero este Osasuna ya no se deja empatar y en una contra de manual llevada a cabo por el húngaro Vadócz, maquillada por Camuñas y ejecutada por Kike Sola pondría el resultado final de 1-3 en el min.80.
Ficha Técnica
Del 9º al 18º sólo hay 4 puntos y son 9 los puntos que están en juego. El Zaragoza se queda en el abismo con 39 puntos y empatando con el Deportivo que está en descenso. Osasuna coge aire y suma 41 puntos. El Zaragoza visita el miércoles a las 20:00 a una delicada Real Sociedad (41 puntos) y Osasuna recibe el miércoles a las 22:00 en Pamplona al Sevilla que viene de ser humillado por el R. Madrid con un 2-6.
