Aunque ya habían estado en Tudela en tres ocasiones anteriores, no fue hasta el pasado 27 de julio, a través de un puesto en la Feria de Artesanía, cuando tuvieron el primer contacto directo con los vecinos de la ribera. Se trata de la ONG Compartir Navarra. Una entidad creada en 2001 que trabaja en Colombia y cuyo objetivo es brindar ayuda humanitaria a la población más vulnerable de ese país para satisfacer sus necesidades básicas.
Proyectos
Así, a través de diversos productos elaborados por las propias personas beneficiarias de sus ayudas y una docena de paneles informativos, dos voluntarias de Compartir Navarra acercaron la realidad de Colombia a todos los que se pasaron por el Paseo del Queiles durante la jornada festiva. Variados sombreros y bolsos realizados en caña flecha -unas fibras vegetales- y diversas “molas” -trozos de telas de colores superpuestos, calados y cosidos a mano que constituyen la pieza fundamental del traje típico de las indígenas- fueron algunos de los productos que promocionaron en Tudela. Y, según afirma Maggi Moreno -coordinadora de la entidad-, la experiencia fue muy buena. “Se acercó mucha gente y se vio realmente un interés, porque, en otros sitios, a veces, la gente pasa, mira y se marcha sin más. Sin embargo, aquí hubo muchos que preguntaron, escucharon la información y que querían llevarse productos”, explicó Moreno.
Pero detrás de esta ardua labor de intentar concienciar a la gente sobre la situación que se vive en Colombia, se encuentran varios programas que ya han dado sus frutos o están a punto de ser culminados. Así, la ONG comenzó su andadura en la región de Urabá (Antioquia) apadrinando a menores huérfanos víctimas de la violencia armada de la zona. En la actualidad, son 219 los pequeños que ya tienen asegurados -por 20 euros al mes-, cada día, un plato de comida y el acceso a la educación escolar obligatoria. A esta iniciativa -todavía en marcha- siguió la construcción de un hogar infantil y el proyecto de construcción de 160 viviendas para mujeres viudas y desplazadas, cabeza de familia y víctimas de la violencia armada. “Ya se han construido y entregado 143”, matizó Maggi Moreno. A estos proyectos hay que sumar la construcción de diez centros de formación, producción y comercialización de las artesanías en caña flecha y un centro educativo y cultural para el pueblo zenú.
Colaboración en la Ribera
Pero, para poder llevarlos a cabo, además de buena voluntad, hace falta financiación. Y ésta la encuentran, principalmente, en el Gobierno foral, el ayuntamientos de Pamplona, fundación CAN, así como en empresas y particulares. A estos, desde hace tres años, se suma el Ayuntamiento de Tudela. En concreto, con la ayuda recibida desde el Consistorio en este tiempo, los socios de la ONG han construido cuatro viviendas en el municipio de Mutatá, en la región de Uraba (Antioquía). La misma también ha servido para cofinanciar el resguardo indígena zenú de San Andrés de Sotavento y un centro urbano para producción de caña flecha. “Por ello, tenemos la intención de acercarnos a Tudela al menos una vez al año y participar en la feria de artesanía para que la ciudad vea lo que hemos conseguido con la ayuda que nos da”, explicó Moreno.
