Tudela

Seguridad alimentaria a la hora de consumir y congelar sopas y caldos

El invierno es un buen momento para cocinar una olla grande de sopa. Sin embargo, la preparación de una importante cantidad puede presentar un desafío de seguridad alimentaria: la refrigeración. Y es que una de las principales causas de enfermedad transmitida por los alimentos es una inadecuada conservación en frío.

Si se elabora sopa en gran cantidad para consumir durante varios días, debe tenerse en cuenta que no se mantendrá refrigerada más de tres o cuatro días. Si se calcula que no se consumirá dentro de este plazo, es mejor congelarla. Es fundamental también que no permanezca más de dos días a temperatura ambiente.

Si se va a congelar, se pueden utilizar las cubiteras o recipientes más grandes en función del uso que se le vaya a dar. En cualquier caso, antes de introducir en el congelador, debe dejarse enfriar porque no solo tardaría más en congelarse sino que descongelaría los productos con los que entra en contacto.

Descongelar

Es recomendable señalar el día que se congelan y consumir antes de los tres meses. Cuando se vaya a utilizar, debe descongelarse antes en la nevera (el frío protege del desarrollo microbiano) y consumir en un máximo de 24 horas. No deberá volver a congelarse.