Desde el pasado 4 de noviembre, se subasta el pozo de los Aines, una sima rodeada de leyendas que atrae a numerosos turistas, y considerada como uno de los grandes atractivos turísticos de Grisel y de toda su Comarca. Según la leyenda, allá por el siglo XVI y en un día festivo un morisco del lugar decidió ir a trabajar sin guardar el precepto de oír misa. Al poco tiempo de haber comenzado con las tareas agrícolas, la tierra se abrió y se “comió” al musulmán y a los caballos que se había llevado para sus tareas. Los habitantes consideraron el acto como un castigo divino. El propietario del citado patrimonio no ha querido facilitar sus datos personales, pero se puede señalar que actualmente reside en Zaragoza y tiene vinculaciones con la localidad de Grisel. En el anuncio de venta se describe el lugar como “una espectacular sima de origen karcástico que sorprende por la exuberante vegetación de su fondo” concluyendo con la frase “algo único en España”. Actualmente y desde hace bastante tiempo, el lugar está relegado al olvido y el propietario no se ha preocupado por su cuidado y protección. En varias ocasiones el consistorio de Grisel ha intentado hacerse con los terrenos, pero nunca lo ha logrado.
