Visto desde tres sitios
s la primera vez que se enfrentan al gran reto de montar uno de los nacimientos más emblemáticos de la capital ribera y, por ello, los miembros de la Asociación de Belenistas Santa Ana no han querido dejar nada para última hora. Desde el pasado mes de agosto, cinco personas -Félix Merino, José María Redín, Vitori Martínez, Lourdes Merino y Marisa Barrena- han estado trabajando durante dos horas, siete días a la semana, para que el nacimiento que este año puede verse en los bajos del quiosco de la plaza de los Fueros luzca en todo su esplendor.
La sede de la asociación, situada en la calle Escos Catalán, fue el escenario donde comenzó a fraguarse el diseño del Belén, que ocupa una superficie de 30 metros cuadrados. “Lo primero que hicimos fue la construcción física de los armazones con unos tablones hechos a medida para poder trasladarlos bien, ya que el acceso al quiosco es muy limitado”, explicó Marisa Barrena, presidenta de la asociación. Así, el montaje de las 22 piezas de las que se compone esta recreación dio comienzo el 28 de octubre.
El primero de tres
El Belén está construido sobre una base de corcho y musgo y ocupa cinco de los ocho ventanales del quiosco. “Está pensado para ser visto desde tres sitios diferentes. De frente está el Nacimiento y, a los lados, la Anunciación a los pastores y el pueblo, que está hecho de poliespán”, explicó Barrena. El montaje se completa con un pastor con 10 ovejas que camina hacia el nacimiento, el castillo de Herodes -construido en barro- y la adoración de los reyes Magos. Un paisaje de montaña con casas y árboles se encarga de unir y dar cabida a cada una de los dioramas.
Más de cincuenta figuras, la mayoría de ellas adquiridas expresamente para este montaje, completan la obra de la Asociación de Belenistas, que cuenta con 120 socios. El tamaño varía en función de su ubicación. “Las más grandes alcanzan los 24 centímetros, mientras que las del pueblo son de 12 y las de Herodes y sus soldados, que están en el monte, son de 7”, comentó Marisa Barrena.
Esta composición es la primera que realiza la entidad tudelana tras el acuerdo suscrito el pasado verano con el Ayuntamiento para el montaje de este emblemático belén. “Nos ocuparemos de él durante los tres próximos años. Nuestra intención es que cada Navidad sea diferente e incorpore mejoras. Además, cambiaremos las escenas de sitio”, explicó José María Redín, miembro de la asociación. Para el montaje de este año han contado con una ayuda de 3.513 euros.
El Belén, fruto de un trabajo realizado con mucho “cariño” y “paciencia”, se presentó ante el público tudelano el pasado 5 de diciembre a las 19 horas. Los Auroros fueron los encargados de amenizar este acto en el que no faltaron los tradicionales villancicos y el reparto de cuatro kilos de caramelos para los más pequeños
