Pamplona/Iruña

Se aconseja circular con precaución por posibles balsas de agua y cortes de calzada

Circular con precaución por la red de carreteras de la Comunidad Foral ha recomendado el Ejecutivo Foral ante la posible formación de balsas de agua y corte de carreteras por las intensas lluvias y el deshielo de la nieve caída durante la pasada semana, así como por la posibilidad de que se produzcan desprendimientos.

A estas horas (14,15 horas) dos carreteras están cerradas al tráfico; la NA-7413, en Learza, por inundación, cortada desde las 12,20 horas, y desde las 11,20 horas la NA-176 (Garde-Ansó), por un desprendimiento de ladera en el kilómetro 7 que afecta a los dos carriles de circulación.

Además, durante aproximadamente una hora -entre las 12,20 y las 13,30 horas- han estado cortadas por inundaciones dos carreteras: NA-7410 (Oco-Otiñano, en el acceso a Sorlada desde la N-129 Los Arcos-Acedo) por desbordamiento de un arroyo; y NA-7455, en Abaigar.

Los conductores pueden informarse del estado de las carreteras tanto en el teléfono gratuito 900 400 100, como en la página web del Servicio de Conservación de Carreteras del Gobierno de Navarra, dentro del apartado Carreteras del portal web de Navarra, www.navarra.es . Para conocer las novedades relacionadas con el tiempo, se puede consultar la página de meteorología del Gobierno de Navarra http://meteo.navarra.es.

Durante la mañana de hoy, jueves 14 de enero, la presencia de agua en la calzada ha dificultado la circulación en las carreteras NA-6030 (Mendigorría-Tafalla); NA-601 (Puente-Mendigorría); NA-4020 (Gulina-Aróstegui), y entre los kilómetros 13 y 14 de la carretera NA-132 (Estella-Tafalla), en el tramo de Oteiza a Larraga, donde ha sido necesaria la intervención del Servicio de Caminos y de la Policía Foral para evacuar el agua acumulada.

También se han formado charcas en el pk 2 de la PA-30 (Ronda de Pamplona) a la altura de Mutilva, donde se ha producido la salida de la vía de un vehículo sin que se registraran heridos. Además, se ha detectado la existencia de piedras en algunas calzadas, como en la carretera de Sangüesa a Liédena o en la de acceso a Arizala.