Castejón

Sanz dice que pactaría con PSN si Navarra lo requiere

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El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, utilizó el discurso de la fiesta de su partido, celebrada el pasado domingo en Corella, con la asistencia de 2.500 personas a los diferentes actos, para reiterar que estaría dispuesto a intentar pactar, tras las elecciones, con los socialistas navarros, “si el interés de Navarra lo requiere. Otra cosa es que ellos acepten”, apostilló.

Sanz dijo que, ante la incertidumbre de lo que pueda hacer el PSN, “nosotros estamos obligados a decir que votar a UPN y CDN es votar a Navarra, que votar a Nafarroa Bai es hacerlo a Euskadi y que votar al PSOE es no saber a qué se vota, si a Navarra o a Euskadi... es no saber a dónde va a ir ese voto, y dejar manos libres a Zapatero para que haga lo que le convenga, como ha hecho en Cataluña por dos veces, en Galicia, o en varios ayuntamientos de Navarra”, señaló.

El presidente navarro dijo que su intención es reeditar el compromiso de pacto con CDN “y con los colectivos que creen en la Navarra autónoma, libre y solidaria... y UPN cree en Navarra, y es compatible sentirnos vascos, navarros, españoles y europeos al mismo tiempo”, manifestó. Sanz acusó a “algunos de ocultar sus verdaderas intenciones, y dicen que Navarra será lo que los navarros quieran; un mensaje engañoso y facilmente permeable entre los jóvenes y las personas escasamente interesadas en las cosas de la política; por eso es necesario hoy más que nunca -dijo- explicar casa por casa los riesgos que asumimos si nos instalamos en la indiferencia y en el pasotismo”.

Chivite pide dejar el enfrentamiento

“Jamás entenderé el afán del Gobierno Zapatero en mantener vivo el debate sobre el estatus de Navarra en el proceso de negociación política emprendido con la banda terrorista -añadió Sanz-. Sería relativamente sencillo que Zapatero dijese a los interlocutores de ETA que el régimen foral, ni ahora, ni después de las elecciones, va a tocarse. Sería simple y clarificador que el PSN dijera que no va a dar ningún paso para modificar el estatus político e institucional de Navarra”. Y en este sentido Sanz dijo no reconocer “capacidad de decisión a los dirigentes navarros puestos desde Madrid, y no sólo porque desconfiemos de sus intenciones, sino porque observamos escasa firmeza y poco o nulo peso político en el comité federal”.