Pamplona/Iruña

Salud advierte de los daños por el consumo de cocaína, llamada la "droga silenciosa"

La consejera de Salud, María Kutz Peironcely, informó el viernes 10 sobre el consumo de cocaína y sus efectos. En el acto participaron, Fermín Castiella, director del Plan Foral de Drogodependencias; José Domingo Cabrera, subdirector de Salud Mental del Servicio Navarro de Salud, y Alfonso Arana, presidente del Proyecto Hombre en Navarra.

El 15% de los jóvenes entre los 15 y 29 años han tomado alguna vez cocaína, según los datos de la Encuesta de Juventud 2007-2008 que ha ofrecido Fermín Castiella. Este alcaloide es llamado “droga silenciosa” por la aparente invisibilidad de sus efectos, que sin embargo pueden presentarse en las primeras fases de la adicción o pasado un tiempo, de hasta entre seis y ocho años. En los casos extremos, este consumo provoca una forma específica de psicosis llamada cocaínica, caracterizada por delirios sensitivos y síntomas paranoides que, por último, pueden provocar daños permanentes en el sistema cognitivo del individuo. Otros efectos asociados son la ansiedad y la depresión. No hay un patrón que relacione las dosis y los efectos, y estos dependen de variables diversas, entre las que se incluyen los rasgos de la personalidad y la estructura psíquica del consumidor, según ha explicado el doctor José Domingo Ortega.

Los consumidores de cocaína lo son también de otras drogas y singularmente de alcohol, que aparece asociado a la anterior en casi en todos los casos. En Proyecto Hombre se atendieron en 2009 a 240 personas por efectos del consumo de estimulantes, principalmente la cocaína, de los que el 80% eran varones. Del total, 190 requirieron atención ambulatoria y 50 fueron internados en la comunidad terapéutica que esta asociación tiene en Estella. La edad media de las personas atendidas era de 32 años para los pacientes ambulatorios y de 36 para los residentes y habían comenzado el consumo de manera ocasional hacia los 18 años. En las últimas fases, estos pacientes llegan a consumir veinte días al mes y del orden de 6 gramos semanales. Los efectos de este consumo no son sólo clínicos ya que tienen importantes derivaciones familiares y económicas, y, según ha explicado Alfonso Arana, también legales y laborales; éstas últimas se han detectado en el 50% de los pacientes ingresados en la comunidad de Proyecto Hombre.

La prevención más eficiente es la que se centra en la educación en los valores que se aprenden en la preadolescencia, una fase de la formación del individuo en la que la familia y la escuela son muy importantes, según ha apuntado el director del Plan Foral de Drogodependencias.