Castejón

Ritos y tradiciones nupciales

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H oy en día, cualquier recién casada se quedaría de piedra si, al entrar en su nueva casa, su suegra le rompiera un pedazo de pan en la cabeza. Sin embargo, tal costumbre era de lo más normal en la Inglaterra del siglo XVIII. A golpe de pan, las suegras se aseguraban que sus hijos iban a ser felices para siempre.

Son innumerables las tradiciones que se conocen sobre las bodas y casi todas tienen su orígen en leyendas antiguas que, en muchos casos, han evolucionado para adaptarse a los nuevos tiempos. Es el caso del arroz que se tira a los recién casados como símbolo de fertilidad. En épocas antiguas, en que tener hijos era tan importante para asegurar la mano de obra en el campo y garantizar la prosperidad de la familia, la costumbre de tirar arroz adquiría una importancia extrema. Sin embargo, en la actualidad, se trata de un rito nupcial más en el que el arroz empieza a ser sustituido por nuevas modas, como las mariposas de papel, tipo confetti, en dorados y plateados que brillan con la luz.

Tradiciones que perduran

Ocurre lo mismo con los anillos. En la antigüedad, cuando la vida de las personas era más bien corta, los maridos realizaban un rito para que los espíritus de sus mujeres no les dejaran muy pronto. Consistía en atar los tobillos y las manos de su mujer con cuerdas que atraparían su espíritu dentro. Aquellas cuerdas evolucionaron a cuero, primero, a piedra más tarde, luego a metal y finalmente a oro y plata en forma de anillo. Pero aquí no termina la evolución. Para los egipcios, el anillo ideal era un aro sencillo, ya que consideraban que la forma circular representaba el símbolo perfecto del amor infinito. Colocar piedras preciosas en sus anillos suponía para ellos interrumpir el perfecto círculo celestial. Sin embargo, las últimas tendencias en anillos de boda colocan al platino por encima del oro, siendo muy habitual añadirle diamantes diminutos.

Pero también hay costumbres nupciales que no han cambiado, manteniendo intacta su interpretación a lo largo del tiempo. Así, la tradición de que la novia lleve puesto algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul. Lo viejo sigue simbolizando la conexión con su pasado y sus lazos familiares. Suele ser alguna joya familiar. Lo nuevo simboliza sus esperanzas de comenzar una nueva vida, lo prestado la amistad y lo azul la fidelidad. Al igual que ésta última costumbre, las novias supersticiosas que quieran que su boda salga a pedir de boca no deben olvidarse de vigilar la corbata del novio para que no esté torcida el día de la boda o, de lo contrario, será infiel en algún momento del matrimonio.De igual forma, no es recomendable casarse en martes y trece ni llecar puestas perlas porque simbolizan las lágrimas.