Tras las polémicas surgidas en los días previos a fiestas de Santa Ana, representantes de vecinos, bares, peñas y Ayuntamiento de Tudela se dieron cita para después de verano. La pasada semana, la primera sesión de la mesa de trabajo tuvo lugar en el consistorio tudelano, con presencia de todas las partes implicadas en el siempre polémico tema de la contaminación acústica en el Casco Antiguo.
La idea, según señala Joaquim Torrents, portavoz del grupo municipal de UPN, es establecer un calendario de reuniones mensuales en las que se vaya dando forma a la solución común. "Va a ser un proceso largo y complicado, porque todas las partes habrán de ceder en alguna de sus posturas, pero, de momento, la disposición es muy buena por parte de todos", señala Torrents.
En ese sentido, Enrique Marzal, de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, coincide en las sensaciones. "De momento, son buenas. Hay representantes de todas las partes y hay voluntad de hablar y llegar a una solución", resalta Marzal. La asociación que preside ha sido una de las partes que más se han movido en este tema. Sobre todo, en en lo que a la zona de Mercadal se refiere. Esta área del Casco Antiguo, caracterizada por la gran concentración de bares en muy poco espacio, es una de las que más quejas de vecinos registra.
Uno de los puntos a los que el consistorio tendrá que hacer frente será la actualización de la ordenanza de 2002. Al margen de disposiciones de Ley Foral y actualizaciones, se trata de la última ordenanza hasta la fecha que regula la contaminación acústica en la ciudad.
