Fase a fase, año a año, la iglesia parroquial Nuestra Señora del Burgo recupera su esplendor. Primero fue la actuación de urgencia sobre la torre para evitar que se desprendiera; después, las fases segunda y tercera de la restauración integral han continuado durante estos dos últimos años por la recuperación de las fachadas y consolidación de las cubiertas.
Para hacerlo posible, Gobierno de La Rioja, Ayuntamiento de Alfaro y la Diócesis Calahorra y La Calzada-Logroño se han dado la mano para afrontar la financiación de cada fase en este templo neoclasicista y barroco que fue declarado bien de interés cultural por la Comunidad Autónoma el pasado otoño.
Finalizada la tercera fase, el consejero de Educación, Cultura y Turismo, Abel Bayo, la alcaldesa alfareña Yolanda Preciado y el párroco Javier Martín visitaron el resultado, que ha permitido frenar el progresivo deterioro que sufren los faldones de la cubierta y arreglar las zonas con tejas rotas, movidas o desplazadas, además de solventar las filtraciones de agua. Ante la imposibilidad de instalar una grúa en el angosto barrio, los trabajos han sido dificultosos y “a cesto” hasta llegar a las cubiertas. El sellado de la bóveda y fortalecimiento de la cubierta garantizan la perdurabilidad del templo.
En la fase de las fachadas, que presentaban pérdida de material, grietas, fisuras y acumulación de suciedad en relieves y cornisas, se ha actuado para que recupere su mejor rostro, con el mortero exterior y el saneado de los ladrillos desgastado.
Otro valor que ha ganado la iglesia con esta fase ha sido la recuperación de iluminación natural gracias a la apertura y limpieza de la linterna de la cúpula central. Ahora el reto es conseguir financiación del Gobierno central para acometer la restauración interior del templo.
