Lacas blancas, mucha cortina y tapicería barroca, madera natural, de roble o de nogal, pasamanería, flores o visillos de rayas en tela de gasa. Son lo último en diseño y decoración, tendencias de la más rabiosa actualidad exhibidas en las recientes ferias de Londres, París y Colonia y que nos trae hasta Tudela su conocida diseñadora Rosa García. En tiempos de crisis, la empresaria ribera sabe bien cómo decorar. “Igual que siempre. Afortunadamente, hay ofertas para todos los públicos, por lo que recomiendo no dejar de consumir sino todo lo contrario. Invertir en estas tiendas es un valor seguro”, opina. A la par, dado que el cambio es una constante en nuestras vidas, no podemos quedarnos atrás en cuestión de decoración, considera Rosa García. “Renovarse o morir. Todo evoluciona y cambia continuamente, luego uno no puede vivir toda su vida con una mesa camilla en el salón llena de portafotos. Hay que dar paso a aire fresco, no conformarse, cambiar, cambiar y cambiar”, mantiene.
Un continuo cambio que no necesariamente es sinónimo de dinero, tal y como cree la inmensa mayoría del público, sino de “distinción, elegancia y buen gusto”, según Rosa García. “Lo que existe es mucha desinformación. Cambiar no significa gastar mucho dinero. Con 100 ó 200 euros se puede dar un aire nuevo y totalmente distinto a una estancia. Basta un pequeño detalle o una única pieza para transformar un ambiente, sin tener que renovar las cortinas cada año o tirar los muebles”, indica García.
Convencida de que las tendencias marcan a cualquier diseñador, pese a su sello propio, Rosa García apuesta esta temporada por una vuelta al Barroco, “adaptado a la modernidad”. “Las casas lucen mejor puestas, no recargadas. Las mesas, perfectamente montadas. Todo, con orden y sentido”, comenta. Igualmente, la decoración actual supone cierto retorno a los 70 y a los 80, con un particular toque contemporáneo. Junto a ellos, y para ambientes más refinados, la propuesta es el “estilo gustaviano”, mueble rústico, de exquisita elegancia.
