La alarma que creó en la ciudadanía la pasada semana el fallecimiento de una niña de dos años y medio por meningitis, ha remitido tras concluir el período protocololario de cuatro días, fijado por el departamento de Salud del Gobierno de Navarra, para descartar nuevos casos asociados a esta muerte.
Médicos prevencionistas del departamento foral de Salud se reunieron en la tarde del viernes pasado con las familias de los niños de la guardería Mofletes, en el barrio de la Azucarera, a la que asistía la niña fallecida, para poner en marcha el protocolo correspondiente y administrar profilaxis antibiótica a los hermanos de los niños del centro infantil, y a las monitoras.
No obstante, el miedo y la alarma que creó este caso, llevó a muchas familias a suministrar, sin prescripción médica, el mismo tratamiento con antibióticos, a los hermanos, primos y padres de los pequeños. Una actuación que el pediatra y director del Centro de Salud Santa Ana, José Manuel Cenzano, califica de “medida no adecuada, pues los expertos no lo prescribieron, y el antibiótico en cuestión se emplea para la tuberculosis y la prevención de la meningitis, y tomarlo en pequeñas dosis puede provocar el riesgo de crear resistencia y no ser útil”.
