Corella

Recogida de firmas para que se limpie el Parque de Otoño

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Principales quejas

El Parque de Otoño constituye una concurrida zona de recreo de la capital ribera cuya construcción, justo al lado de la plaza de toros, se remonta al año 1997. Su cercanía al Colegio de Griseras lo convierten en un área muy frecuentada por niños y madres, sobre todo durante el periodo escolar, y en horario de tarde, una vez terminadas las clases. Además de columpios, el parque dispone de un arenero y de un pequeño estanque, a lo que se une un amplio entorno ajardinado donde los más pequeños practican deporte. Sin embargo, en los últimos tiempos, el citado parque parece haber caído en el olvido del Consistorio tudelano, según los propios usuarios, lo que ha llevado a un grupo formado por unas 25 madres a iniciar una recogida de firmas en protesta por el mal estado del jardín tudelano.

Una de las madres afectadas, Eva Santos, explicó, a modo de portavoz del grupo, que “antes, cuando se rompía algo lo arreglaban pero ahora ya no”. Tal situación ha desembocado, según los propios usuarios, en el progresivo deterioro del jardín tudelano en el que “sólo hay una papelera y se requieren más sistemas de seguridad en los columpios”.

Así mismo, las denunciantes reclaman un mantenimiento y limpieza más constantes en el parque para evitar que los niños tropiecen con defecaciones de perro o cristales rotos que, según dicen, abundan por todo el jardín y principalmente en el arenero. Una madre ya denunció la situación el pasado mes de agosto cuando su hijo se hizo una herida en la rodilla al jugar en el parque. “Los cristales campan a sus anchas por la práctica del botellón los fines de semana, hay hoyos en el césped y nadie hace nada”, mantiene.