El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, puso el jueves día 3 en marcha la campaña correspondiente al verano de 2010 de vigilancia e información del ozono troposférico en Navarra. Su objetivo es controlar el nivel de contaminación del ozono a través de una red de nueve estaciones ubicadas en diferentes puntos de la Comunidad foral para alertar a la ciudadanía cuando se superen los umbrales óptimos.
El Gobierno de Navarra establece un sistema de alerta que se pone en marcha entre los meses de junio y septiembre, coincidiendo con el período en el que se alcanzan los valores máximos de ozono. En el caso de que los niveles superen los 180 microgramos por metro cúbico, se transmiten avisos a través de la web http://calidaddelaire.navarra.es, los medios de comunicación locales y, por mensaje SMS, a los ciudadanos que lo soliciten llamando al 012 (Servicio Infolocal) o al 010 (Servicio de Atención al Ciudadano de Pamplona).
Para medir estos niveles, en Navarra existe una red que se compone de nueve estaciones, de las cuales siete son permanentes y dos móviles. Las fijas se ubican en Pamplona (Iturrama, Plaza de la Cruz y Rochapea), Tudela, Sangüesa, Arguedas y Funes. Además, el Gobierno de Navarra dispone de dos estaciones móviles que pueden ubicarse en aquellas localidades que no disponen de estaciones fijas. Actualmente están situadas en Lesaka y Olite.
El ozono troposférico
Como novedad de la forma en que se gestiona la red de estaciones, cabe destacar que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha asumido el control del mantenimiento de las estaciones de Tudela, Arguedas y Funes, propiedad de Fensa y Elerebro, titulares de las centrales térmicas de ciclo combinado de Castejón, y de la estación de Sangüesa, propiedad de Acciona, titular de la central eléctrica de biomasa ubicada en dicha localidad. El convenio para gestión y mantenimiento se firma por un plazo inicial de 3 años prorrogable.
La gestión incluye las siguientes funciones: validación de los datos recopilados por la red de vigilancia, mantenimiento de las instalaciones y coordinación de las necesidades de mantenimiento de las estaciones de medida. Por su parte Fensa, Elerebro y Acciona se comprometen a satisfacer las cantidades que correspondan por dicha gestión.
El ozono troposférico, también conocido como baja atmósfera, es un contaminante que se ubica en el aire que respiramos y que, a determinados niveles, puede causar efectos perjudiciales para la salud de las personas, los animales y los bienes materiales. Es un contaminante secundario que aparece principalmente en verano cuando hay mucha radiación solar y calor.
A partir de concentraciones superiores a 180 mgr_ se aconseja a aquellas personas sensibles al gas (personas con problemas pulmonares, niños y ancianos) que no realicen esfuerzos corporales no habituales al aire libre y evitar los ejercicios deportivos de larga duración durante las horas centrales del día. No obstante, el nivel de alerta a la población se sitúa en los 240 mgr_, umbral a partir del cual pueden aparecer síntomas como la tos, dolor de cabeza, lasitud y dolores pectorales al inspirar profundamente.
