Tudela

PROMUEVEN LA DESAPARICIÓN DEL ATÚN ROJO EN EL MEDITERRÁNEO

Ecologistas en Acción exige que la Comisión Europea respete el acuerdo tomado sobre la cuota de 9.898 toneladas y cierre la pesquería del atún rojo inmediatamente. La presión del mercado japonés prima en la decisión de Bruselas sobre las recomendaciones científicas del Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA).

Las voces de alarma de la situación critica a la que hemos llevado al atún rojo hace tiempo que suenan, sin embargo, pese a que los científicos incluso han calculado el tiempo en el que el colapso de la pesquería del atún rojo se va a dar si seguimos a este ritmo, los políticos parecen primar la economía del mercado japonés y francés frente a la desaparición de uno de nuestros recursos pesqueros mas valioso.

En la reunión del CICAA de noviembre pasado se propusieron unas medidas que ayudarían a detener la caída en picado de esta especie, sin embargo, la reunión de Ministros de pesca de la UE no ha llegado a ningún acuerdo y posponen la toma de decisiones a junio. Si ya es demasiado tarde para la toma de ciertas decisiones, en junio estará la situación incluso mas grave, cuando para entonces probablemente se haya superado la cuota provisional que se estableció para el 2007 y que en los próximos días esta próximo a alcanzarse.

Muchos son los errores en torno a la regulación de esta pesquería que se están cometiendo, bien por falta de conocimiento de la situación (extraño, puesto que muchos todos los estudios científicos están respaldando con datos la situación critica del atún rojo), o mas bien por falta de interés de regularla. El mercado japonés y Francia son poderosos impulsores de la pesca abusiva del atún rojo, y están presionando para que el Consejo no llegue a ningún acuerdo y sigan dejando pasar el tiempo, cuando las ultimas oportunidades están sucediendo ahora: los últimos reproductores de atún rojo comienzan a migrar hacia el Mediterráneo para sus zonas de puesta, y primero tendrán que esquivar las almadrabas del Estrecho, luego las del norte de África, además de zigzaguear las avionetas y radares que detectan los bancos y mandan al momento los avisos a los barcos que veloces los alcanzan en el camino. Si el atún ha tenido suerte, podrá reproducirse, y cuando emprenda su viaje de vuelta al Atlántico, tendrá que volver a sortear las mismas dificultades.