El programa de Empleo Social protegido del Ayuntamiento de Tudela forma a 20 personas en situación de vulnerabilidad

La nueva edición comenzó el pasado 1 de marzo, con especial hincapié en trabajos de albañilería y mantenimiento.

IMG-20170720-WA0009
photo_camera Entre otros trabajos, los participantes están acondicionando la plaza de toros, que será su nueva sede

El programa de Empleo Social Protegido del Ayuntamiento de Tudela acoge en su edición de este año 2018 a una veintena de personas. La concejala de Bienestar Social, Mujer e Igualdad del consistorio, Marisa Marqués y la trabajadora social Ana Saeta han detallado este lunes las cifras de una nueva edición de este programa que se inició el pasado 1 de marzo y que se prolongará hasta noviembre. Está cofinanciado por Gobierno de Navara y Ayuntamiento de Tudela (el ejecutivo foral aporta unos 313.776 euros de los alrededor de 450.000 que supone).

El programa tiene como objetivo la mejora de la empleabilidad de los participantes, quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, a través de una formación que abarque el ámbito personal y el laboral, según ha explicado la edil.

Además, Marqués ha señalado que la inserción laboral de estas personas repercute positivamente en la ciudad, ya que los trabajos que normalmente se les encargan tienen que ver con el mantenimiento de instalaciones e infraestructuras municipales.

Las personas participantes tiene un contrato de 6 meses que, en función de si se cumplen o no los objetivos establecidos, puede prolongarse otros 4 meses más.

Según Marqués, este aspecto ha sido una de las parcelas que se han modificado con respecto al inicio de la legislatura, cuando el contrato para las personas adheridas al programa era de 6 meses. En 2017 ese periodo se modificó ya a 9 meses, ha explicado la edil.

“Nos daba la sensación de que el proceso no se terminaba de cerrar del todo y de que el periodo de tiempo se quedaba corto”, ha afirmado.

Como ha detallado Ana Saeta, de las 20 personas que toman parte en el programa de este 2018, 11 son mujeres y 9 hombres y sus edades están comprendidas entre los 19 y los 55 años. El 90% de los participantes son preceptores de la renta garantizada.

De las 20 personas, 10 trabajan a jornada completa, 9 a tres cuartos de jornada y una a media jornada. Perciben un 140% del Salario Mínimo Interpofesional (SMI).

"Parados de larga duración"

“El 60% de los participantes son parados de larga duración, que levan sin trabajar dos o más años y que, por su falta de formación, se han quedado fuera de la demanda del mercado. Además, muchas de estas personas no han tenido posibilidad de acceder a servicios sociales”, ha destacado Ana Saeta.

Otro de los aspectos destacados del programa es la especialización en cuanto a las labores realizadas por los trabajadores, que se centran en la albañilería y el mantenimiento.

Coordinados por un equipo de 4 personas compuesto por una trabajadora social, una integradora social y 2 monitores, los participantes tienen la oportunidad de realizar trabajos de obra, rehabilitación, jardinería, fontanería o carpintería, entre otras modalidades.

“Han trabajado en viviendas sociales municipales, en el Archivo, en las piscinas o en centros educativos realizando todo tipo de trabajos de remodelación, acondicionamiento”, ha subrayado Saeta.

En lo que resta de año, además de esas labores, está previsto que los participantes gestionen también las 5 parcelas de Huertos Sociales Municipales que estarán dirigidas a colectivos sociales y adecúen parte del espacio de la plaza de toros, donde se ubicará la nueva sede del programa.

En lo que respecta a la formación, también se incluirán materias como nuevas tecnologías o agricultura ecológica además de prevención de riesgos laborales, igualdad de oportunidades o albañilería básica.

“El 100% de las personas presentes en el programa mejoran su empleabilidad y su salud emocional”, ha asegurado la trabajadora social, quien, junto a Marqués, ha remarcado la “cultura de equipo” que se crea entre los trabajadores.