Después de cinco años de negociaciones, el ministerio de Medio Ambiente ha dado luz verde al trazado de la nueva autovía A-15 entre Medinaceli, Soria y Tudela tras la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto. La nueva vía tendrá una longitud aproximada de 65 kilómetros y un presupuesto de ejecucción de más de 200 millones de euros.
Conexión Ribera
El nuevo itinerario se inicia en la localidad soriana de Fuensaúco a través de la N-122 y se divide en dos tramos: el primero, entre Soria y Ágreda (cerca de la N-122); y uno segundo que permite el acceso a Tarazona, captando así el tráfico procedente y que se dirige a Zaragoza, para conectar posteriormente con la AP-68 y AP-15 cerca de Corella.
El tramo que más afecta a Navarra es el que se extiende a partir de Ágreda. Un total de 32,2 kilómetros que discurrirán en sus inicios de forma paralela a la N-122, separándose posteriormente para pasar a bordear los Montes de Cierzo por su cara este y discurrir entre los embalses de Santa Ana y La Dehesa. Poco después se unirá a la variante de Tarazona para circular posteriormente por los alrededores de Cascante, para llegar a Corella, donde enlazará con las autopistas. Además, la nueva vía contará con enlaces a la Na-120 y a la NA-6900, que une Cascante con Fitero. También se realizarán 12 estructuras de paso para los caminos existentes y una estación de servicio en el punto kilométrico 13,850.
Según señalan desde Medio Ambiente, el nuevo trazado discurrirá por numerosos espacios naturales para cuya protección se han establecido diferentes medidas. Del mismo modo, el informe recoge diferentes alegaciones presentadas por entidades riojanas en las que se muestran disconformes con el trazado relativo al segundo tramo, al afirmar que esa opción “es la menos beneficiosa en cuanto a la captación de tráfico ya que favorece básicamente al municipio de Tarazona”, proponiendo otras alternativas que se implantarían sobre el que, a su juicio, es el tinerario más utilizado en la actualidad (N-113).
