Tudela

¿Porqué no se reúnen para alargar o acortar?

Hace unos años las fiestas de Tudela eran añoradas, esperadas

y disfrutadas durante el día

y la noche. No había otra festividad, no había nada en todo el año y hasta la típicas ferias de noviembre habían desaparecido.



En aquellas fiestas, no había tiempos parciales de disfrute, la diversión duraba 24 horas, hasta que el cuerpo aguantaba, cuestión que por lo general ahora no ocurre. Es decir, la juventud sale principalmente por la noche, los que, parece ser, tienen la economía más saneada se marchan el día 27 de vacaciones, la gente con años disfruta de los almuerzos, del vermuth, de los potes y pintxos de la tarde, la tercera edad quizá de la tarde-noche. En fin, ahora las fiestas se organizan por sectores e intereses legítimos, en definitiva, la vida también cambia en este sentido.



Fiesta o cuando menos noches de alegría y jota hay cualquier fin de semana en Tudela. Si a esto le añadimos que a lo largo del año disfrutamos de las jornadas de las Jornadas de Exaltación de las Verduras, de las fiestas de Carnaval, de las de los barrios, Navidad, etc. el deseo de la llegada de estas fechas es menor.



En la actualidad, el capítulo más importante relacionado con nuestras fiestas es el correspondiente al presupuesto destinado a las mismas. En seis años se ha reducido casi un 37%. Esto repercute en que nuestro programa se ve afectado a la baja de forma considerable, por lo que provoca un vacío de contenido en la programación de siete días de fiestas, cuestión que parece ser menos preocupante que el asunto de los ruidos y los DJ's en la calle últimamente discutidos. De ahí, el surgir de ciertos rumores en algunos sectores de la población sobre la idoneidad de organizar las fiestas del 24 al 28 con mayor contenido y racionalizando los recursos familiares, municipales, pero también es verdad que otros piden con insistencia todavía más días de fiesta.



En el 2011, se comentó la posibilidad de ampliar las fiestas un día más, lo que quizá hubiera podido ser aprovechable desde un punto de vista comercial para unos, y festivo paras otros. En este caso, el alargar un día creo que no hubiera preocupado a casi nadie, pero el acortar días daría como resultado

el descontento legítimo de muchos tudelanos, fundamentalmente de la juventud que se queda en Tudela.



Pues bien, si la realidad es que el programa se reduce fruto de la falta de dinero, ¿porque no se reúnen los agentes implicados, es decir, Ayuntamiento, peñas, hosteleros, clubes taurinos, Juventud y tercera edad, y resuelven de la mejor forma posible el tener unas Fiestas de Tudela, sostenibles, equilibradas y participativas, al margen de los días de duración de las mismas, cuyo programa confeccionado entre todos y todas, satisfaga las necesidades de los diferentes sectores de la población? Pero, claro, ¿quién le pone el cascabel al gato?



¡Felices fiestas!


Jai Zoriontsuak!