El desalojo ante la reciente crecida del Ebro puso de manifiesto una vez más las precarias condiciones de ubicación y estado de una Comisaría de Policía Municipal que, según manifestaron los delegados sindicales del cuerpo, "ha sido el hazmerreír de España, saliendo en los medios de comunicación nacionales y dando una lamentable imagen".
Además de esta penosa imagen, los agentes de Policía Municipal se vieron obligados, el pasado 18 de enero, a consecuencia de la riada, a abandonar sus obligaciones y dedicarse a salvar equipos informáticos, guardar armas en las instalaciones de Protección Civil o trasladar sus walkies y porras a sus propios domicilios.
La deplorable situación de El Molinar, sede de Policía Municipal, un edificio situado en una zona catalogada por la CHE como inundable, dura ya más de diez años, a juzgar por los agentes, que han demandado también la mejora de los vestuarios.
