Cascante

Piedras en el riñón

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En los últimos años, en las grandes urbes se viene experimentado un abandono progresivo de la tradicional dieta mediterránea y un incremento del sedentarismo. Estas conductas, unidas a una disminución en el consumo de líquidos, elevan el riesgo de padecer piedras en el riñón o litiasis. Esta patología constituye un problema que afecta al 5% de los españoles y es uno de los principales motivos de consulta al Urólogo. Asimismo, se estima que uno de cada dos pacientes que ha tenido piedras en el riñón vuelve a desarrollar cálculos transcurridos menos de cinco años.

“Nos encontramos ante una enfermedad multifactorial”, explica el doctor Juan Antonio López García, coordinador del Grupo de Litiasis de la AEU. Frente a las alteraciones metabólicas, que pueden encontrarse hasta en un 70% de los pacientes, existen datos epidemiológicos que confirman que el mayor nivel socioeconómico, el estrés y la escasa actividad física en las grandes ciudades, va unido a una mayor incidencia de litiasis renal. Una patología más frecuente en varones jóvenes de edad media, en plena actividad profesional y que normalmente dedican poco tiempo a realizar actividad física.

A medida que los hábitos alimenticios de la población se alejan de la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, se eleva el consumo de proteínas de origen animal y se abusa de la sal y de los azúcares insaturados (de absorción rápida, como la bollería industrial), se aumentan las probabilidades de desarrollar cálculos. Teniendo en cuenta estos factores, los expertos aconsejan aumentar el consumo de líquidos con el fin de reducir la concentración excesiva de sales en el riñón. La actividad profesional y los factores ambientales también influyen en la formación de piedras. Por ejemplo, a los deportistas y a los trabajadores que pasan horas expuestos al sol, se les recomienda ingerir mayor cantidad de líquido y sobre todo en el verano, época en la que existe mayor riesgo de sufrir cólicos nefríticos.

En las mujeres son más comunes las litiasis de origen infeccioso. “En estos casos”, aconseja el doctor López-García, “se debe mejorar el control de las infecciones urinarias a fin de disminuir la aparición de litiasis infecciosa”.