En los últimos tiempos, cada vez son más las parejas y familias que se decantan por vivir en casas unifamiliares o adosadas. Además de las comodidades que presentan, uno de los mayores atractivos de estas viviendas es que ofrecen la posibilidad de disfrutar de espacios al aire libre. Aunque pequeños, los más extensos suelen rondar entre los 50 y 60 m2, estos jardínes se convierten en una de las partes más importantes y de mayor disfrute de la vivienda. Ahora bien, tenemos el espacio, pero... ¿qué hacemos con él? Según señala Ricardo Lahoz, de Viveros Lahoz, la tendencia actual en jardínes apunta hacia áridos y gravillas, para conseguir un mantenimiento menor. Así, hay mucha gente que, por comodidad, se decanta por esta opción, quedando así lo “verde” reducido a jardineras o a un pequeño perímetro de tierra en el que se cultivan todo tipo de plantas.
Pasos previos
Sin embargo, el césped, a pesar de los cuidados y mimos que requiere, todavía cuenta con muchos adeptos. Junto al tradicional, que se siembra por estas fechas, hay muchas alternativas para cubrir con un manto verde nuestro jardín. Una de las más usadas es el tepes. Se trata de unas planchas de césped crecido que se extraen de un terreno de cultivo, se enrollan y se colocan directamente sobre el terreno.
Antes de decidir cómo decorar nuestro jardín, hay que tener en cuenta su tamaño y orientación. “Si mira hacia el sur tendrá mucho sol, por lo que permite un determinado tipo de plantas que no son aconsejables si están orientados hacia el norte, así como la necesidad de poner elementos que en verano propicien sombra”, comentan desde Viveros Lahoz.
Otro factor importante es ser consciente del tiempo del que disponemos para ocuparnos del jardín. “Si no es mucho, es mejor optar por elementos que no demanden muchos cuidados ya que si tenemos plantas con forma de poda, esa figura hay que mantenerla”, explica Lahoz.
En este sentido, señala que hay dos tipos de jardín: los funcionales, con césped para parejas jóvenes con niños; y los decorativos, para parejas con hijos ya crecidos
