Pamplona/Iruña

Pedro Sanz Alonso, Presidente de la Rioja

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Excmo. Sr. Presidente del Parlamento de La Rioja.



Señoras y Señores Diputados.



Excma. Sra. Ministra del Gobierno de España.



Excelentísimos Sres. Presidentes de Comunidades Autónomas de Galicia y Castilla y León.



Excelentísima Sra. Presidenta de la Comunidad Foral de Navarra.



Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades.



Señoras y Señores:



Con el corazón lleno de gratitud por la alta responsabilidad que los riojanos han vuelto a depositar en mí, acabo de renovar mi profundo respeto y lealtad a la Corona y a Su Majestad El Rey, de formular la promesa de que observaré y defenderé la Constitución –como norma fundamental del Estado– y el Estatuto de Autonomía de La Rioja, y de que fielmente cumpliré los deberes de mi cargo como Presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Es ésta una noble representación, que vengo ostentando desde hace 16 años y, que hoy renuevo con la misma ilusión y la misma decisión de entrega y sacrificio de aquel, para mi, memorable 8 de julio de 1995.



Desde esa experiencia compartida, hoy renuevo mi compromiso de trabajo con la humildad de quien sabe que el éxito en su tarea es fruto de la fe del pueblo riojano en la democracia, de su defensa de la libertad e igualdad, y de su confianza firme en su autogobierno. Un autogobierno que, leal a España, cimentó sus bases en este histórico lugar de vida monástica que hoy nos acoge. Un entorno que hoy se muestra más universal que nunca y con un recuperado esplendor.



Aquellas bases de nuestro autogobierno fueron la esperanza y el propósito común de gestionar nuestro propio futuro, de avanzar hacia un futuro mejor. Una esperanza y un propósito común que, como el esplendor de estos monasterios, con el esfuerzo y el trabajo de todos, y la solidaridad de muchos, muestra con satisfacción sus resultados.



De forma implícita o de manera explícita, en estas mis primeras palabras, se han conjugado los tiempos pasado, presente y futuro; los ámbitos de La Rioja, de España, y el mundo; los principios de libertad, igualdad y solidaridad; proyectos de ilusión y propósitos comunes; sentimientos de esperanza y valores como la unidad, la entrega, el trabajo y el esfuerzo.



Pero, como diría el poeta Horacio, si “el ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que guardó”, en esta ‘fiesta de la democracia y ceremonia de nuestro autogobierno’, y en esta ‘ánfora autonómica y de estudio de la lengua y de la palabra’, debo destacar la confianza por ser virtud de la fe democrática, esencia y primer aroma de nuestro autogobierno.

∑ Hoy, desde esta tribuna, felicito a todo el pueblo riojano por su alta participación en la consulta electoral del pasado 22 de mayo: una actitud que muestra ‘a las claras’ su implicación en el devenir de La Rioja.

Y, destaco también la confianza como valor de relación. Un tesoro, en la vida personal y política, que viene de la mano de la honestidad y nos obliga, en nuestras relaciones y en nuestra actividad, a comportarnos con coherencia y sinceridad, a ser predecibles, y a encaminar nuestras acciones en términos justos.

∑ Por eso hoy, desde esta tribuna, reitero mi gratitud a quienes votaron por primera vez al Partido Popular o renovaron su confianza en mi persona para dirigir nuestra Comunidad, siendo éste un respaldo mayoritario que me permitirá llevar a cabo el ‘proyecto de región’ que expuse el pasado día 21 a los legítimos representantes del pueblo riojano, de quienes recibí su confianza.

A los riojanos que eligieron a otras personas y formaciones políticas les digo que las discrepancias serán un punto de partida para establecer un ‘diálogo constructivo’, que no interesado, en la búsqueda de los más amplios consensos. Así lo manifesté en la Cámara a los grupos políticos y así lo reitero. Les aseguro que gobernaré para todos y que pondré lo mejor de mí para que todos los riojanos se sientan orgullosos de su tierra y de su Gobierno regional.



Señoras y Señores:



En la vida, “solo un exceso es recomendable: el exceso de gratitud”.



Por eso, en este sentimiento, no quisiera olvidarme de nadie al testimoniar mi gratitud por el favor de una histórica mayoría y de su mayor confianza. Ni de testimoniar mi agradecimiento a las numerosas personas, organizaciones y colectivos, que nos han mostrado su felicitación por el éxito electoral. Una felicitación que hago extensiva a mi Partido, al Partido Popular: al Comité regional y otros órganos directivos; a los militantes y simpatizantes; a todos los candidatos y, en especial, a los 126 alcaldes y 631 concejales electos; a los 20 diputados regionales que me han dado su apoyo en la Sesión de Investidura y a las personas que han colaborado conmigo en el Gobierno, especialmente a mis compañeros del Consejo. A todas ellas muchas gracias.



Gratitud, también, a todos ustedes que han querido acompañarme y compartir este momento tan significativo en la vida política de nuestra Comunidad. Y, como no, al descargar mi corazón de los más personales y hondos sentimientos, mi recuerdo y agradecimiento se dirige a toda mi familia; en especial, a mi mujer y a mi hija por su comprensión, por sus palabras de aliento, por su amor. (…) Y miro al cielo para elevar mi pensamiento hacia quienes, para mí, fueron ejemplo de trabajo y de generosidad.



Deseo manifestar mi agradecimiento al Excelentísimo Sr. Presidente de la Xunta de Galicia, Don Alberto Núñez Feijó, al Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Castilla y León, Don Juan Vicente Herrera, y a la Excma. Sra. Presidenta del Gobierno Foral de Navarra, Doña Yolanda Barcina, que han querido acompañarme y con su presencia dejar patente que aquello que nos hace diferentes como Comunidades Autónomas, también nos une y enriquece gracias al modelo constitucional.



Agradezco, igualmente, la presencia de la Excma. Sra. Ministra de Ciencia e Innovación, Dña. Cristina Garmendia, tanto en su persona como en la representación que ostenta del Presidente del Gobierno de España.



En este agradecimiento, quisiera señalar la lealtad institucional a la que siempre me he obligado y a renovar hoy mi compromiso de colaboración en la construcción de ese importante proyecto, siempre perfectible, que es el Estado de las Autonomías, y al fortalecimiento del ‘pluralismo unitario’ que se llama España.



En esa tarea, La Rioja quiere ser ejemplo y está llamada a desempeñar un papel relevante. Hoy, juntos, reiniciamos nuestra andadura reafirmando nuestras convicciones, disfrutando de la democracia y de la libertad. De nuestra Autonomía.



Desde mis profundas convicciones, he de manifestar que el goce de la democracia sin responsabilidad (es decir, sin el cumplimiento de las obligaciones por parte de todos), ahoga nuestra libertad y genera descontentos; que la arbitrariedad (como contraria forma de actuar conforme a la justicia, la razón o las leyes), cercena la igualdad y produce confrontaciones y nuevos descontentos. Y que nuestra Constitución confiere al Gobierno de la Nación la obligación de ser garante de las libertades y de la igualdad entre todos los españoles y de desempeñar su papel sin tintes partidistas que lastren el progreso de las distintas regiones de España.



En esta manifestación, desde la representatividad otorgada y en la responsabilidad que acabo de prometer, ante la representante del Gobierno de España y con el máximo respeto, pero también sinceridad sana, dejo clara la insatisfacción del pueblo riojano con el Gobierno de la Nación. No sólo por la inacción en su responsabilidad de garantizar los principios de libertad e igualdad que nuestra Constitución consagra, sino, también, por alinearse con tesis y actuaciones insolidarias, que ahogan nuestra libertad y ponen en peligro la estabilidad del propio sistema democrático, como son las vacaciones fiscales y el Blindaje Concierto Económico Vasco. No sólo por la indefensión de nuestro sector agrario, sino, también, por los ataques a nuestra principal riqueza: nuestros vinos. No sólo por el incumplimiento de sus compromisos en materia de infraestructuras, sino también, por el discriminatorio trato que soporta nuestra Comunidad. Todo un catálogo de justas reivindicaciones, que La Rioja no está dispuesta a olvidar y que yo, desde la lealtad institucional y mi responsabilidad como Presidente de la Comunidad de La Rioja, me comprometo a reclamar, a defender.



Cumplir los compromisos adquiridos, hacer frente a las justas reivindicaciones y restablecer los derechos de los riojanos, es una responsabilidad del Estado que debe cumplir.



Y debe hacerlo de manera urgente porque, en estos tiempos de crisis, la corresponsabilidad exigida para el mantenimiento de todo nuestro sistema democrático, tiene en este lado, en el de La Rioja, un prudente papel, leal y solidario con España y de colaboración con el resto de sus comunidades. Tiene, además, en La Rioja y en su autogobierno, un ejemplo de austeridad, de eficacia y de buenas prácticas.



Cumplidos nuestros compromisos, los riojanos estamos legitimados para exigir, con más firmeza que nunca, que el Estado restituya lo que se nos debe y por derecho nos corresponde.



Nosotros estamos obligados, por que la situación así lo demanda, a reforzar el principio de austeridad en nuestra Administración e instituciones autonómicas. Pero, no estamos obligados a pagar los intereses de una deuda que no nos corresponde; y tampoco sería justo solicitar a las empresas y trabajadores, a las familias riojanas, un sacrificio que no puedan soportar.



Quiero asumir aquí otro compromiso de colaboración con las comunidades autónomas vecinas, Aragón, Navarra, Castilla y León y País Vasco; y con las que nos unen elementos culturales, como Galicia, a través del Camino de Santiago. A todos quiero expresar la disposición de La Rioja y de mi Gobierno de buscar fórmulas de entendimiento y cooperación que permitan aprovechar mejor nuestros recursos y contribuir a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en nuestras comunidades y en el conjunto de España.



Riojanas y riojanos:



Vivimos tiempos difíciles, de incertidumbres, con nuevas realidades y otros nuevos retos que tenemos que afrontar. Vivimos unos momentos de gran responsabilidad. Pero, creo firmemente, y así lo manifesté en el Parlamento, que los valores de los que depende nuestro éxito –como la austeridad, el esfuerzo, el trabajo bien hecho, la generación de confianza y el compromiso,… – son valores que conforman el ADN de nuestra sociedad. Son los valores que nos hicieron superar otras crisis y sirvieron de motor a nuestro crecimiento.



Desde la responsabilidad individual, con nuestros valores y convicciones duraderas, los riojanos hemos escogido la esperanza por encima de la desconfianza y el propósito común por encima de aventuras. Reafirmamos nuestro espíritu de resistencia y nuestra voluntad de salir adelante.



Con un voto de confianza mayoritario los riojanos hemos reforzado la estabilidad institucional y hemos dicho sí al ‘diálogo constructivo’ en la búsqueda de un futuro con más empleo. Y con una meta que conquistar: reducir el paro al 9%.



“La vida- escribió Ortega y Gasset- no es la suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser”.



En esta cita se encierra mi compromiso con La Rioja, con todos y con cada uno de los riojanos, de trabajar y trabajar, hasta alcanzar aquello que, como Comunidad, anhelamos ser.



En este gran propósito, y en la grandeza de esta tierra que son sus gentes, les invito a gritar conmigo: ¡Viva La Rioja!



Muchas gracias.