El pasado día 14, la Hermandad del Santo Cristo de Tudela organizó la Fiesta de la Cruz de septiembre, una celebración que nada tiene que ver con la multitudinaria Fiesta del Cristo del mes de mayo, en la que la Orden del Volatín reparte las tradicionales “culecas”.
La de la semana pasada fue, en cambio, una fiesta más familiar ya que hasta la ermita del Cristo sólo se acercó “gente mayor” y “vecinos de la zona”, según indicó la tesorera de la Hermandad tudelana, Mª Pilar Pérez. Aún así, a lo largo de toda la jornada, algunos voluntarios de esta entidad, que cuenta con unos 3.900 socios, repartieron entre los asistentes unos 2.000 panecillos y 1.700 bolsitas de almendras, que habían sido bendecidas previamente.
Estas cifras difieren de las que se registran en la fiesta del Cristo del mes de mayo en que la Hermandad acude a la misma ermita con un preparativo muy superior. Concretamente, 3.200 bollos de pan y 4.000 paquetes de almendras. En los dos casos los dos productos se adquieren al módico precio de un euro. El dinero recaudado revertirá en el mantenimiento de la propia ermita y en el pago a la persona que s e hace cargo de su cuidado.
