Olga Risueño Molina se presentaba como uno de los rostros importantes de Izquierda-Ezkerra en las pasadas elecciones municipales. En un puesto alto de salida (3ª en la lista), ahora se encuentra inmersa en el reto de liderar el área de Medio Ambiente, Agricultura, Ganadería y Montes en el Ayuntamiento de Tudela. Bióloga ambiental, madrileña de nacimiento pero tudelana de adopción, de 41 años, no se arruga ante un ámbito que tiene como punto candente y de actualidad el coto de caza.
¿Cómo ha sido el aterrizaje en el Ayuntamiento?
Han sido meses intensos, muy emocionantes también, porque estamos conociendo el Ayuntamiento y aprendiendo muchas cosas. Ver la cantidad de trabajo que hay y hacerte a ello es lo más complicado, aunque personalmente tengo la sensación de que llevamos poco tiempo.
Los ‘famosos’ 100 días ya han pasado. ¿Qué balance realiza de este periodo?
Hemos hecho lo que hemos podido en tan poco tiempo. Conocer a los trabajadores del Ayuntamiento, que no es poco, contar con ellos, preguntarles su opinión sobre futuros y posibles cambios y mejoras. Y, por supuesto, hemos analizado cómo estaba la situación del consistorio y ver qué cosas quedaban pendientes para, a partir de ahí, poder priorizar. Para hacer cosas propias, es cierto que hemos contado con poco tiempo.
Ha llegado a la concejalía y se ha puesto manos a la obra con la gestión de la caza en la ciudad. El Ayuntamiento apuesta decididamente por una gestión directa y pública. ¿Por qué?
En el caso de Izquierda-Ezkerra, hemos apostado por ello desde la oposición desde hace muchos años. Esa es una de las razones. Sumado a que las condiciones se han dado como se han dado por la sanción de 2012, con falta de actividad en el coto y problemas con la adjudicación, hacen que tengamos que tomar esta decisión. Sería la tercera temporada sin caza en caso de que no se llevara a cabo. Además, contamos con el respaldo del Gobierno de Navarra, que también considera que ésta es la mejor fórmula actualmente. El coto está en terreno comunal y el Ayuntamiento no puede ser un agente ajeno en su gestión. Ahora bien, para que funcione, tiene que haber una buena comunicación entre consistorio, cazadores y agricultores.
¿A quién se expedirán tarjetas de caza y en qué condiciones?
Tenemos que concretar todavía los últimos flecos de la ordenanza que llevaremos a pleno, aunque sí puedo adelantar que haremos una distinción dando prioridad a aquellos cazadores que sean de Tudela.
El PPN ha denunciado en una nota el montante de las cuotas, asegurando que habría precios por tarjeta de 400 euros y que se pone en peligro la caza social en Tudela.
No me parece bien que se hable de precios, porque es una ordenanza que se está haciendo y no está aprobada y deberíamos hablar esas cosas en el Ayuntamiento. Aun así, expliqué personalmente a Irene Royo, quien considera que los precios son desorbitados, que son exactamente los mismos que se llevaron a pleno y a comisión cuando UPN y PPN formaban equipo de gobierno. De todas formas, insisto: las cifras están por concretar.
Con esta fórmula, ¿los daños a cultivos corren a cargo del Ayuntamiento?
En efecto, el responsable será el propio Ayuntamiento. Tendremos que trabajar para que sean los menores daños posibles, coordinándonos bien. Los agricultores tendrán también que poner de su parte avisándonos de qué tipo de cultivos van a poner para poder planificar mejor. Como he dicho antes, la buena gestión va a depender de la buena comunicación entre las partes.
¿Y no va a suponer un gasto excesivo para el Ayuntamiento?
No, porque para eso vamos a expedir unas tarjetas de cazador, vamos a contar con un guarda de caza que va a saber cómo gestionar la actividad cinegética y hemos tenido el asesoramiento de Gobierno de Navarra para guiarnos a la hora de saber cuántos cazadores podemos tener en el coto. Con lo que ingresemos de las tarjetas, se cubrirán los costes de daños a cultivos. Esto no es nada improvisado, y de hecho creo que también tendremos margen para poder revertir en la mejora del hábitat del comunal.
¿Qué capacidad va a tener el Ayuntamiento con respecto a la recuperación del Medio Ambiente para tomar medidas?
Parece que no, pero se pueden hacer muchísimas cosas. Por ejemplo, fomentar el uso de la bicicleta como vehículo de transporte, aunque tenemos claro que habría que darle una vuelta al carril bici, o también el uso del coche compartido para trasladarse a las empresas de la zona. Son dos ejemplos concretos. Con respecto a temas como la mala calidad del aire, tenemos capacidad para realizar estudios que nos pueden ayudar a mejorarlo.
El área de Servicios Contratados es otra de las que tiene que gestionar. Hace justamente una semana incidieron en que existían varias contratas importantes caducadas. ¿Han sido conscientes ahora?
Los sabíamos desde que estábamos en la oposición en algunos casos y ya lo habíamos denunciado. Pero cuando entras de lleno en un asunto y empiezas a tirar del hilo realmente eres consciente de la magnitud de esta situación. Ves que no ha habido un seguimiento de las cosas.
¿Cómo se van a actualizar?
Intentaremos sacar a concurso las más urgentes antes de final de año, priorizando en las necesidades ciudadanas. No puedo asegurar el número porque dependerá de los problemas que tengamos al hacer los pliegos. Tampoco es bueno sacarlas todas a la vez.
La de limpieza es una de ellas, según afirmaron.
Sí, y sé que es uno de los focos de preocupación de los vecinos. Es una de las primeras contratas que queremos sacar adelante, independientemente de que queramos hacer una limpieza integral. Hay que explicar a la gente que tenemos en mente muchas cosas, pero hay que pagarlas y los presupuestos ya están cerrados. Ojalá fuera más sencillo.
