El futuro de Murchante está todavía en el aire. Al menos hasta que los ediles del Grupo Municipal de Murchante (GPM) den una respuesta definitiva a la oferta puesta sobre la mesa por el PSN en la última reunión que mantuvieron ambos grupos. Ésta pasa, según explicó el portavoz socialista, Ignacio López, “por que el GPM desaparezca como grupo municipal y se integre bajo las siglas del PSN. Posteriormente, se elegiría al alcalde en una Asamblea”. De esta forma, el PSN lograría la mayoría absoluta necesaria para echar del gobierno al alcalde, Carlos Villafranca, y a su equipo regionalista. La fórmula no sería otra que la moción de censura que el portavoz socialista negó que haya sido desechada, a expensas de las Ejecutivas socialista y regionalista, al igual que ocurriera en Ribaforada y Cintruénigo. “Si el PSN acepta nuestra propuesta, yo se lo comunicaría a mi partido y a partir de ahí se buscarían las soluciones o mecanismos posibles”, dijo López.
No obstante, la respuesta definitiva del GPM, desde donde se ha considerado la oferta socialista como “bastante razonable”, todavía se hará esperar ya que en su última reunión de grupo acordaron valorar una serie de aspectos antes de tomar una decisión. Entre las dudas que asaltan a los progresistas se encuentran las consecuencias legales y jurídicas que tendría para el GPM su absorción por el PSN y la valoración que de este hecho haría la ciudadanía.
Las conversaciones continuarán en los próximos días en que el grupo socialista espera que se dé a conocer la intención del GPM. En caso de no aceptar su propuesta, “un gobierno a tres bandas ” podría ser la alternativa.
