Tudela

Moda para los novios

1170835983.jpg

Cabello recogido, símbolo de elegancia

Las pasarelas nos han dado ya una idea de la moda de novios 2007, marcada por la innovación, frente a lo tradicional.


La silueta de la novia adquiere gran protagonismo, ya que se imponen los vestidos ceñidos, tipo sirena y de talle bajo. En escotes predomina el palabra de honor, con los hombros al descubierto, aunque los de tipo barco, cuadrado o de cisne también siguen estando de moda, e irrumpen los escotes profundos en pico.


La superposición de los tejidos es la nota distintiva de los vestidos de esta temporada, a los que les confieren volúmenes asimétricos y movimiento.


La paleta cromática dominante de los vestidos pasa por el blanco y sobre todo por el marfil, con bordados sencillos en seda y cristal. El velo y la mantilla se siguen llevando, pero ya no tapando la cara, sino enmarcándola.


No obstante, “las colecciones más novedosas se combinan con las más clásicas, donde las líneas son más puras. Y esa línea siempre se lleva”, indica María Ángeles Mena, de la tienda Banity, quien asegura “que para todo cuerpo y estilo de novia existe un vestido, independientemente de la tendencia del momento”.


Lo que los profesionales de la moda nupcial tienen claro es que deben esforzarse en que “la novia esté lo más guapa posible, y no tanto en que el vestido sea el más bonito, ya que eso es relativo y va en gustos. Hay que sacarle partido a cada chica por su físico y forma de ser ”, defiende Mena.


Los novios también pueden optar en la variada oferta del mercado nupcial por el estilo clásico o por las tendencias más modernas. Estos últimos trajes son “bastante entallados y un tanto largos, sin llegar a la semilevita; y los pantalones ,sin pinzas, con caída más recta; los tejidos son muy ricos, y con mucha fantasía y algo de brillo. En cuanto a clores, sigue el negro, pero irrumpe la tendencia de los marrones chocolate. Las camisas son de color, y el chaleco va en función de éstas”, explica María Ángeles Mena

“Te invito a mi boda”, y “te obsequio”

La moda de los años 60 se traslada también a los peinados para las novias de 2007. “Son moños altos y recargados”, indica Ana Celia Berrueta, de la peluquería Iris, “aunque el peinado depende, sin duda, de las facciones de la novia, del vestido que va a llevar y de la altura del novio”. La peluquería hace varias pruebas. “Nosotras solemos realizar tres, pero a veces hasta con una prueba es bastante”, indica Berrueta, defensora a ultranza del recogido, ya que considera que es el peinado “más elegante para esta ceremonia. Un pelo suelto es más informal y si anda aire, corres el riesgo de que se desdibuje la melena”, explica. El color se realiza una semana antes de la ceremonia, y el día anterior a la boda se lava y prepara el cabello, para montarlo al día siguiente, “ya que con un pelo recién lavado, es más difícil realizar el recogido, y éste se puede desmadrar antes”.

Toda boda lleva aparejados un sinfín de detalles que no se pueden obviar. Dos de ellos son las invitaciones y los obsequios para los invitados. La moda no es ajena tampoco a estos elementos. Por ejemplo, como explica Mar Pérez Arigita, de la tienda Viceversa, “en las tarjetas de invitación este año se ha impuesto el color, también hay algún tipo de papel retro y tarjetas escritas a mano, una por una”.

Las tarjetas también se han puesto al día en cuestiones como la opción sexual, y las hay ya para bodas entre gays o lesbianas. El mercado nos ofrece desde los elegantes y clásicos tarjetones, a tarjetas con mucho colorido (pistachos, verdes, etc), sencillas, informales o muy románticas. Estas últimas, según indica Mar, “son más del gusto de los sudamericanos, por su carácter”. En cuanto a los obsequios para invitados, predomina la practicidad, en un sinfín de objetos tanto para mujer como para hombre, como cuelgabolsos, pequeñas botellas con licores, pastilleros, monederos indios... y las clásicas figuritas decorativas, “más demendadas por los extranjeros”.