Celebramos hoy, no la victoria de un partido, sino un acto de libertad que significa una renovación a la par que un cambio. Esta idea de John Fitgerald Kennedy ha sido uno de los conceptos más repetidos por Mariano Rajoy, no sólo durante la campaña electoral, sino a lo largo de toda su vida política. Y es que Rajoy siempre ha antepuesto el trabajo por y para todos los españoles; un reto que no le concierne sólo a él, sino a todos. Nos encontramos ante una situación límite en la que debemos comportarnos como personas de Estado, como españoles y también como europeos, pues es lo que somos.
Ha llegado el momento de encarar con fuerzas renovadas nuestro futuro, de decir bien alto, incluso de gritar, que queremos avanzar, crecer, mejorar y que estamos dispuestos a ello. Los cambios y reformas, aún dolorosos, que no quepa la menor duda de que se harán entre todos y por todos. La economía, la educación, el comercio, la cooperación, la cultura, la sociedad en su más amplia acepción son la base de esta nueva etapa.
El nuevo Gobierno y la sociedad española emprenden un nuevo y pedregoso camino. Hasta ahora sólo las circunstancias motivaban las acciones. A partir de hoy serán nuestras acciones, las de una sociedad unida, las que crearán las circunstancias. No obstante, esto conllevará un gran esfuerzo, el tramo fácil ya lo hemos recorrido, ahora juntos queda el difícil.
