Un total de 320 organizaciones de la sociedad civil, unidas a algunas entidades no gubernamentales como Ecologistas en Acción, han firmado recientemente un manifiesto en contra de la Alianza Global por una Agricultura Climáticamente Inteligente (GACSA), rechazando tanto el concepto como el programa de la alianza.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la “agricultura climáticamente inteligente” (CSA) como un enfoque que busca reorientar los sistemas agrícolas para apoyar efectiva y duraderamente el desarrollo y la seguridad alimentaria en el contexto de un clima cada vez más inestable.
Rechazo científico
Sin embargo, se han emitido duras críticas desde diferentes frentes, incluyendo la comunidad científica. Por ejemplo, una carta firmada por 70 académicos se opuso abiertamente al modelo CSA y promovió, por el contrario, la “legitimidad científica y social de la agroecología”.
"El rechazo a la GACSA también se ha producido desde la comunidad científica"
Entre las numerosas críticas expresadas en el texto se encuentra el hecho de que la definición de la “agricultura climáticamente inteligente” es demasiado amplia e imprecisa para ser beneficiosa; especialmente porque la definición otorga un margen para la introducción de prácticas nefastas a nivel social y medioambiental.
Algunos ejemplos, según Ecologistas en Acción, son “los fertilizantes sintéticos, la producción industrial de carne y la agricultura industrial a gran escala, que contribuyen al cambio climático y socavan la resiliencia de los sistemas agrícolas”.
